Bogotá registra el mayor nivel de transmisión del covid-19 desde el inicio de la pandemia y sus autoridades emitieron una alerta roja, mientras que en Buenos Aires la ministra de Salud argentina confirmó la semana pasada que el sistema de salud está en riesgo de desborde.
Al mismo tiempo, en Caracas donde los hospitales carecen de camas, insumos y hasta personal a muchos venezolanos sólo les queda rezarle al doctor José Gregorio Hernández, conocido como el “médico de los pobres”, para que los cure.
Las capitales de Colombia, Argentina y Venezuela resumen una situación que se repite en la gran mayoría de las naciones latinoamericanas.