El incidente ocurrido el sábado pasado, 31 migrantes fueron secuestrados en el norte de México mientras viajaban en un autobús hacia la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas, con la intención de cruzar hacia Estados Unidos.

El reporte del incidente fue proporcionado por el conductor de un autobús del Grupo Senda, quien señaló que cinco vehículos manejados por hombres armados interceptaron el autobús, llevándose a 31 de los 36 pasajeros, todos ellos extranjeros.

Las autoridades mexicanas, ante este preocupante suceso, han iniciado investigaciones y una búsqueda exhaustiva. Aunque aún no se han revelado las nacionalidades de los secuestrados, no se descarta la presencia de salvadoreños entre ellos. El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, confirmó que la investigación está en curso desde el mismo día del incidente.

A pesar de los avances en la investigación, Jorge Cuéllar, vocero de Seguridad regional mexicana, subrayó la necesidad de no adelantar información parcial que pueda afectar la averiguación en curso. Este incidente resalta la urgencia de abordar la problemática migratoria con enfoque humanitario y reafirma la importancia de encontrar soluciones para proteger a los migrantes en su travesía hacia un futuro mejor.