“Orgullo Salvadoreño?
El día 15 de Septiembre de 2001, se celebró un año más de la Independencia de El Salvador, 200 años para ser exacto, junto con otros países hermanos de Centroamérica, celebración que tuvo de
todo, desde marchas en contra del Gobierno del Presidente Nayib Bukele, contra acusaciones de los fanáticos de todos los partidos, insultos, audios, burlas, memes y los infaltables stickers en toda
conversación de Whatsapp.
Pero viendo detenidamente el desarrollo del mes, a medida se avanzó hacia el 15, los ánimos se fueron calentando entre los más variados insultos y tendencias en twitter, pero poco o nada se
habló o se habla del que hablan solo las campañas propagandísticas:
El Orgullo Salvadoreño
Analicemos esto en la siguiente lista de casos reales, ¿De qué nos sentimos orgullosos exactamente?
¿Es realmente un Gobierno, una Alcaldía, Juzgado o Asamblea lo que nos hace mejores salvadoreños? Veamos:
¿Bota la basura en la calle desde su vehículo, transporte colectivo o saca la basura a la calle, aunque el camión no pase?
¿Usa su pito de manera desmedida en congestionamientos? ¿En semáforos que recién cambian a luz verde y usted pita en insulta al conductor del carro de adelante?
¿No deja que nadie se le meta en su fila y no le da chance a nadie a pesar de ir en el mismo congestionamiento?
También, ¿Usa su pito para pitarle “la vieja” a quien se atreva a hacer algo que no le gusta en el camino o se ha agarrado a golpes en la calle? Peor aún, ¿Lo ha filmado con su celular a cambio de unos cuantos likes?
¿Es usted uno de los que hace tercer carril donde no hay y luego pide vía para meterse al carril, causando congestionamiento, cruza doble línea amarilla, da vuelta en U donde no debe, sobrepasa los límites de velocidad y obstaculiza las aceras donde deben caminar los transeúntes?
¿Es usted un motociclista sobrepasando por todos lados a toda velocidad incluso en sentido contrario?
¿Es un motorista que le “echa” su Bus o Microbús a quien sea, sube y baja gente donde se le pega la gana y comete infracciones de tránsito a diario?
¿Escucha música de cualquier género, incluso cristiana, a volumen alto sin que le importen sus vecinos?
¿Deja que sus mascotas hagan sus necesidades en la casa o patio de su vecino?
¿Es homofóbico y cree que sus creencias religiosas lo hacen mejor que los demás?
¿Ha golpeado a su pareja, la ha humillado, manipulado, insultado y le ha sido infiel? ¿Es violento e irresponsable con sus hijos?
¿Ha sostenido una relación con un hombre/mujer, sabiendo que es casado/a?
Aquí la cosa se pone mejor:
¿Ha insultado o peleado con alguien por un partido de futbol? ¿Dice ser tan fanático de equipos de España, que desprecia los locales?
¿Ha tomado bebidas alcohólicas en exceso y conducido bajo los efectos del alcohol? ¿Ha provocado algún accidente en estado de ebriedad?
¿Silbó el himno nacional o insultó a los jugadores las selecciones de Estados Unidos y Honduras en el Estadio Cuscatlán? ¿Fue al estadio y tomo cerveza aun conocedor que hay una pandemia que ha
matado cientos de salvadoreños sin mencionar los miles de fallecidos a nivel mundial?
¿Insulta, se burla, crea chambres y rumores de personas y los difunde en redes sociales y chats?
¿Desprestigia a sus semejantes en el trabajo, universidad, colonia, en las redes sociales?
¿Ha perdido alguna amistad, insultado a alguien en redes o en persona por política?
¿Participó en la marcha y manchó, quebró o hizo algo vandálico, porque cree tener derecho y su postura política le da derecho?
Y aunque la lista puede seguir y ser interminable, no menos importante, señora pupusera, ¿le echa más agua a la salsa de las pupusas?
¿Conoce casos de este tipo?
Si su respuesta es SI a una o más de estas preguntas, déjeme informarle que no tiene nada de que sentirse orgulloso, mucho menos, culpar a ningún gobierno por la situación que vive el país y más aún, su propia situación personal, pues el sentirse orgulloso de nuestra nacionalidad, va más allá del himno nacional, el orgullo debe ser por hacer lo correcto, por no apagar el celular que se encuentra, por ni patear un billete que vió en el suelo, por respetar, por hacer el bien, no por las cosas descritas aquí y las que usted y yo sabemos que hacen falta, empecemos respetando al prójimo.
¿Qué opina?
Escrito por : Ricardo Gálvez
Columnista