Migrantes apresuraron la entrada a EEUU ante la reactivación del programa ‘Quédate en México’. Para los solicitantes de asilo y para organizaciones que apoyan a los inmigrantes, la reimplantación del programa creado por Donald Trump es un foco de incertidumbre porque desconocen a dónde serán enviadas las miles de personas que desde hoy sean devueltas a México.
Cuando el nicaragüense Benjamín Villalta supo que Estados Unidos se disponía a reanudar de forma inminente los Protocolos de Protección del Migrante (MPP) , una política comúnmente conocida como ‘Quédate en México’, apuró el paso para cruzar la frontera.
Villalta llamó a su madre, caminó hasta territorio estadounidense y al ver a la Patrulla Fronteriza se arrodilló con las manos en alto para entregarse.
El nicaragüense, que porta documentación según la cual supuestamente fue torturado y es perseguido político del régimen de Daniel Ortega, había llegado a pie a la frontera de México donde las autoridades le tramitaron una visa humanitaria que le permitía trabajar y moverse libremente por el país durante un año, reporta AP.
Pero como buena parte de los migrantes que llegan a México, Villarta siguió camino a Monterrey y luego a la frontera de Baja California con Arizona para intentar cruzar a EEUU.
Este fin de semana, al igual que lo hizo Villalta, miles de migrantes, solos o familias enteras, hicieron lo mismo a escasas horas de la reimplantación del plan activado en enero de 2019 por la Administración de Donald Trump y discontinuado en enero de 2021, cuando el presidente Joe Biden tomó el control de la Casa Blanca.
En agosto, respondiendo a una demanda impulsada por Texas y Missouri, un juez ordenó al gobierno de Biden a restituir el MPP alegando, entre otras razones, que su suspensión causó un daño a los estados demandantes porque al liberar a los migrantes se les permitió usar los servicios de salud, aplicar a una licencia para conducir e ir a la escuela, en el caso de los niños.
El programa retorna a México a solicitantes de asilo a esperar en ese territorio las decisiones que tomen los tribunales de inmigración estadounidenses, demora que en algunos casos puede sobrepasar los tres años.
El pasado viernes el presidente Joe Biden acordó con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, restablecer el programa. Por ahora, más de 26,500 peticionarios están en las listas de espera en ocho ciudades mexicanas fronterizas, reveló esta semana un estudio de la Universidad de Texas en Austin, según reportó Efe.