Estados Unidos denunció el martes el arresto por parte de Rusia de un exempleado de un consulado estadounidense, quien corre el riesgo de ir a prisión por lo que Washington dijo que eran actividades de rutina.
El trabajador del consulado estadounidense fue arrestado en Vladivostok una importante ciudad portuaria de Rusia, que se ubica en la bahía Golden Horn, cerca de las fronteras con China y Corea del Norte, en el sureste de Rusia.
La agencia estatal rusa TASS dijo que Robert Shonov, un ciudadano ruso, estaba detenido bajo una ley contra la “cooperación confidencial” con un estado extranjero.
Shonov trabajó durante más de 25 años para el consulado estadounidense en la ciudad de Vladivostok, en el Lejano Oriente, hasta 2021, cuando Moscú impuso restricciones al personal local que trabaja para misiones extranjeras.
El Departamento de Estado dijo que Shonov trabajaba desde entonces para una empresa privada, contratada por la embajada de Estados Unidos en Moscú, que recopila informes de prensa de medios rusos de acceso público “en estricto cumplimiento de las leyes y regulaciones de Rusia”.
“Las acusaciones contra el señor Shonov carecen totalmente de mérito”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, quien “condenó enérgicamente” el arresto.
Shonov podría enfrentar de tres a ocho años de prisión.
“Está claro que las actividades inaceptables de los estados hostiles no se están desacelerando, sino que están aumentando”, dijo el viceministro de Relaciones Exteriores, Sergei Ryabkov, citado por TASS.
El Departamento de Estado se burló de las acusaciones.
“Como cualquier misión diplomática en el mundo, incluida la misión de Rusia en Estados Unidos, la embajada de Estados Unidos contrata servicios locales para operar su misión diplomática”, dijo Miller.
“El hecho de que sea objeto del estatuto de ‘cooperación confidencial’ destaca el uso descarado por parte de la Federación Rusa de leyes cada vez más represivas contra sus propios ciudadanos”.
Las relaciones entre Rusia y Occidente se han deteriorado drásticamente desde la invasión de Ucrania por parte de Moscú, con Estados Unidos liderando los esfuerzos para castigar a Moscú y armar a Kiev.
Incluso antes de la guerra, Estados Unidos estaba en desacuerdo con Rusia por las reglas sobre el personal de su embajada, que según Washington se había reducido a una tripulación mínima.