Investigaciones en un antiguo deposito del inicios del siglo XX, dio con dos estatuillas hechas de bronce del dios Osiris, en un lugar que pudo pertenecer a la familia polaca Kleniewski, quienes habitaron el lujoso palacio de Kluczkowice, hasta que se perpetró la invasión alemana de Polonia en la Segunda Guerra Mundial.
Los mismos fueron descubirertos con un detector de metales en la localidad de Kluczkowice, con el permiso del Voivodato de Lublin, una de las regiones administrativas de la república de Polonia, en Polonia, e hizo un descubrimiento sorprendente, tres figurillas de bronce. Dos de ellas parecían proceder del antiguo Egipto, que eran según descripciones, representaciones del dios Osiris, y la tercera, asimismo de bronce, parecía un busto del dios Baco. Este último dios romano antiguo que era llamado también el dios del vino, ya que era un dios liberador el cual les permitía desconectar y liberarse a través de la música y del vino.
El hallazgo se hizo en 2022 pero no fue hasta recientemente que se confirmó la autenticidad de las piezas, anteriormente se creía que podían ser piezas falsas. “El hallazgo, tan inusual en nuestra área, planteó dudas sobre la autenticidad de los objetos”, llegó incluso afirmar el conservador provincial de monumentos de Lublin, según medios extranjeros
-Colección perdida
Las piezas posteriormente a esto fueron llevadas de inmediato al Museo Nacional de Lublin, el cual es uno de los museos más grandes y antiguos del este de Polonia, ubicado en Lublin, Polonia. Allí fueron estudiadas dichas piezas con la colaboración de especialistas de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Varsovia, segú se conoce los resultados preliminares confirmaron que no se trataba de falsificaciones, sino que en realidad se tratan de elementos auténticos procedentes del antiguo Egipto.
La antiguedad de los objetos, los de las figuras de Osiris datan del primer milenio antes de Cristo y la de Baco, del siglo I d.C.