Con el paso de los años, todos los órganos del cuerpo se deterioran, incluido el cerebro, que puede perder la capacidad de desempeño de sus funciones de manera óptima. Por ello, muchas personas están adoptando hábitos para mantenerse en forma y hacer que, a largo plazo, su calidad de vida mejore.
Según expertos, se comprobó que las personas que permanecen activas, de forma física e intelectual, tienen mayor calidad de vida, son más independientes, cuentan con más iniciativa y se relacionan mejor.
No obstante, pocos le prestan la atención suficiente a su salud mental, que suele ser una de las más afectadas en la vejez. Y que, de no entrenarse, puede conducir a problemas de esa índole y cognitivos, pérdida de la memoria, o dificultades al momento de conciliar el sueño.
A pesar de que los años pasen, tener un buen funcionamiento cerebral y cognitivo, es algo que se puede lograr con la adopción de buenas costumbres, tales como:
- Realizar actividad física regular: el ejercicio físico fortalece las conexiones neuronales. Este hábito contribuye a mejorar el flujo de sangre, previniendo problemas cardiovasculares, y reduciendo el riesgo de alzhéimer y otras demencias.
- Leer: la lectura puede fortalecer el cerebro e impedir su deterioro. Leer de forma frecuente aumenta la capacidad de concentración, favorece las conexiones entre neuronas, y puede ser un buen entrenamiento para evitar la pérdida de la memoria en la vejez.
- Juegos de mesa: el dominó y otras actividades similares proporcionan un entrenamiento mental, que puede mantener el órgano en forma.
- Memorizar una secuencia de nombre u objetos: esto ayudará a ejercitar el cerebro, y mejorar las habilidades de memoria.
- Pasatiempos: Los crucigramas son una excelente manera de mantener el cerebro activo y potenciar la función cerebral. Al hacerlos, se mejora el vocabulario, y las habilidades para resolver problemas. También son una forma divertida de mantener la mente alerta y ejercitada.