Atlético y Liverpool se vieron las caras en el Wanda Metropolitano, partido correspondiente a la 3a jornada de la Champions League 21/22
El Liverpool se llevó los tres puntos en un partido memorable. Tras un inicio arrollador de los reds, Griezmann empató el luminoso. El Atlético se esforzó mucho y mereció ganar el partido, pero la expulsión y el penalti del Hermoso tras un grave error, penalizaron a los colchoneros. El Liverpool no encontró su mejor versión pero le fue suficiente para resistir y llevarse una victoria a Anfield.
Unos 45′ memorables
La primera parte fue de aquellas que se recordará durante mucho tiempo. Curiosamente, los dos jugadores que más hicieron fluir el juego de sus equipos, no vieron portería. Firmino y Joao Félix fueron quiénes guiaron a los suyos. Dos jugadores que entienden el futbol a la perfección, dieron un recital de lectura del juego, pases, circulación, movimientos y liderazgo. El brasileño fue clave para entender el buen juego red en los primeros 20 minutos, y el portugués remó para que su equipo pudiera igualar el luminoso.
El Atlético salió dormido al césped del Metropolitano. Los reds salieron como motos y a los 7 minutos ya se vieron por delante en el marcador. Tras una jugada que no encontró rematador, Salah recogió el balón muy escorado. El egipicio se empeñó en ir hacia la frontal para buscar un buen disparo y en su camino recortó y sorteó a tres rivales. Al llegar a la media luna, sacó un disparo que parecía fácil para Oblak, pero tras un leve toque de Milner, el balón llegó al fondo de la red. Jugadón de Salah y mala suerte para Oblak.
En el 12′, los de Klopp doblaron la diferencia. Un mal rechace de Felipe tras un balón colgado, dejó el balón servido a Keïta. El centrocampista red golpeó el balón sin dejarlo caer, marcando un auténtico golazo de volea. Los jugadores reds estaban volando sobre el verde y, la amplitud de los extremos junto a una banda derecha espectacular con Salah y Alexander-Arnold, destrozaron a los colchoneros. Carrasco no podía evitar los ataques por su banda y le estaban haciendo un roto, aunque tampoco recibió grandes ayudas.
El Cholo alentó a la grada, y el Metropolitano rugió para ayudar a su equipo en un momento difícil. Al saque de un córner, Lemar se inventó una jugada estando muy escorado, cedió atrás a Koke, que remató y su balón lo desvió levemente Griezmann, enviando el balón al fondo de la red y recortando distancias en el marcador. Los colchoneros se vinieron arriba y, a raíz del gol, no cesaron en su intento de empatar el partido. Los jugadores del Liverpool se relajaron y se vieron sorprendidos por el resurgir de sus rivales.
Joao estaba siendo el mejor de los suyos, guiando todos los ataques. Mientras tanto, Alisson salvaba a los reds secando a Griezmann en un mano a mano. Pero en el 34′ no pudo evitar el segundo del francés. Joao recogió el balón en tres cuartos, se giró y evitó a su par, le saltaron cuatro jugadores y, en el mejor momento, cedió el balón a Griezmann para hacer el empate. El francés realizó un excelente control evitando que Van Dijk llegará y puso un balón imposible para Alisson. El Wanda se vino abajo coreando el nombre del “Principito”.
Los del Cholo estaban llegando por todos lados y Alisson mantenía a los suyos con vida a pocos minutos de enfilar hacia el túnel de vestuarios. Se mereció el Atlético irse por delante en el marcador al descanso, pese al mal inicio.
Salah, héroe desde el punto de penalti
El Liverpool salió con ganas de demostrar que los primeros minutos no fueron casualidad. Los de Klopp tuvieron el tercer gol en el 48′, pero Oblak lo evitó con una espectacular palomita. El Atlético reaccionó tal y como lo hizo en el primer acto. Con la iniciativa de seguir el mismo juego, una buena combinación entre De Paul y Carrasco por poco se convierte en el tercer gol colchonero. Salvó de nuevo Alisson a los suyos. EStaba sufriendo el Liverpool en defensa y el Atlético no lograba sobrepasar la última y más importante barrera, el portero.
Pero todo cambió en el 51′. Una acción fortuita, con Griezmann tratando de bajar un esférico, se convirtió en un arma de doble filo para los reds. Antoine levantó en exceso la pierna, golpeó a Firmino en la cara y acabó recibiendo tarjeta roja. El francés se marchó a los vestuarios con cara de incredulidad, entendiendo que era totalmente involuntaria y que no vió llegar a Firmino. Se quedó con 10 el Atlético y perdió a su mayor referente en ataque.
El Atlético trató de seguir con su plan de encerrar a su rival, pero el Liverpool se sintió mucho más cómodo sobre el césped. Firmino se volvió todavía más indetectable y los reds pudieron llegar más a campo rival, aunque sin generar demasiado peligro para la portería de Oblak. Joao se fue apagando poco a poco y, el único que seguía siendo un incombustible era Carrasco. El belga estuvo a punto de ser sustituido en el primer acto, pero acabó entregando todo lo que tenía para su equipo. Puro coraje y corazón, en honor al lema colchonero.
Hermoso, que estaba realizando un partidazo, decidió de la peor manera en el peor momento. En un balón que no generaba demasiado peligro, muy llovido y con Salah llegando, decidió blocar al egipcio, olvidando por completo la taryectoria del esférico y conviertiendo una acción pobre, en un penalti claro. Nadie entendió la decisión del central español y el Liverpool recibió un regalo caído del cielo. Salah convirtió el penalti y adelantó a los suyos en el marcador.
Ya en el 85′, todo el Wanda pidió un penalti sobre Giménez. El árbitro lo señaló en primera instancia y, tras revisarlo varios minutos en el VAR, decidió no señalar la pena máxima, entendiendo que Jota no ejerce suficiente fuerza para tirar al suelo al central uruguayo. El Atlético se fue con todo al ataque y tuvo alguna ocasión más para empatar el partido. Ya con Correa y Suárez, los colchoneros trataron de hacer la heroíca, pero el Liverpool resistió y se llevó los tres puntos de Madrid.
