Muchas personas subestiman la importancia de la salud mental y emocional dentro de nuestro día a día. Pero lo cierto es que ambas son esenciales para poder disfrutar de una vida saludable y plena.
La pandemia que ha surgido como consecuencia del Coronavirus ha hecho que nos veamos obligados a replantearnos la relevancia de mantener una estabilidad emocional y psicológica para superar los tiempos de crisis.
Pensando en ello y para ayudar fomentar una salud mental y emocional fortalecida, aquí le daremos algunos datos e información que pueden ser de gran ayuda.
En qué consiste la salud mental y emocional
La salud mental y emocional se basan en la forma en que reaccionamos y nos sentimos ante determinadas situaciones y acciones que determinan nuestra forma de interactuar con los demás a nuestro alrededor.
Cuando nuestra salud mental se encuentra afectada, puede alterar notoriamente la forma en que dormimos, comemos e incluso nuestro desempeño físico.
Siempre se ha mencionado que para tener un estilo de vida saludable es necesario llegar a un estado de armonía entre el cuerpo y la mente. Sin embargo, en los últimos años es que esto ha tomado mayor presencia e importancia en la población.
Así, el estrés, la ansiedad y las emociones negativas pueden resultar ser algo realmente perjudicial para una persona.
De hecho, estudios revelan que estas sensaciones son el detonante inicial para enfermedades clínicamente más graves, como el tabaquismo y la obesidad.
La percepción que tiene una persona sobre sí misma y su alrededor, tienen mucho que ver con el estilo de vida, la salud del organismo e incluso sus habilidades sociales.
Por esto no debería extrañarnos que una situación como una pandemia, haya hecho que el bienestar emocional de miles de personas se haya visto desfavorecido.
Importancia de tener una salud mental estable y fortalecida
Nunca hay que menospreciar nuestras emociones ni pensamientos, ya que estas tienen una influencia mucho más importante dentro de nuestro día a día de lo que la mayoría de la gente piensa.
Una buena salud mental y emocional es de gran ayuda para hacerle frente a los problemas cotidianos. Estar en dominio total de nuestras emociones y pensamientos, puede marcar un antes y un después en nuestro estilo de vida.
En primer lugar, las personas que poseen un buen equilibrio emocional y psíquico, son notoriamente mucho más eficientes a la hora de resolver cualquier contingencia, además que se ven menos afectadas por las mismas.
Una mente despejada y libre de ansiedad es la mejor herramienta con la que podemos contar, porque esta nos ayuda a ser más eficientes en nuestro trabajo y nos brinda la posibilidad de administrar mejor el tiempo.
Otro aspecto en los que la buena salud emocional y mental de un individuo sale a relucir, es durante los períodos establecidos para descansar.
Dormir es más que solamente acostarnos sobre la cama, ya que el cuerpo debe entrar en un estado de reposo total para garantizar un buen descanso.
Una consecuencia directa de un buen descanso es que nos sintamos mucho más energizados y que la mente se encuentre más receptiva a la hora de procesar y administrar nueva información.
También se ha comprobado que una persona psicológica y emocionalmente más estable posee un organismo mucho más sano. El sistema inmunológico, la actividad metabólica e incluso nuestro apetito sexual mejora considerablemente cuando aprendemos a controlar nuestras emociones.https://29b0e73db3effc48e94797be4eb939e2.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html
Por último, podemos mencionar la parte del desenvolvimiento y capacidades sociales de las personas. Así, una salud mental y emocional estable también nos ayuda a mejorar nuestra capacidad para relacionarnos y convivir con otras personas.
Los estragos de la pandemia: una crisis constante
La pandemia del Coronavirus se ha convertido en un auténtico fenómeno epidemiológico que nos ha obligado a cambiar muchos aspectos de nuestro día a día para evitar contagiarnos con este virus.
Era algo inevitable que tantos cambios dentro de nuestro estilo de vida y el bombardeo de información constante por parte de las diferentes vías de comunicación, plataformas y las redes sociales terminara por alterarnos psicológica y emocionalmente.
Tener que permanecer recluido en un espacio cerrado y limitar el contacto con los seres queridos, son dos aspectos que pueden elevar con facilidad los niveles de estrés y ansiedad de cualquier persona.
Sin embargo, conservar nuestra salud mental y emocional en estas condiciones no debe considerarse una tarea imposible. Basta con organizar algunos aspectos claves de nuestro día a día y administrar el tiempo de una forma más eficiente.
Así, para hacerle frente a un panorama tan retador, es necesario empezar a cultivar en nosotros mismos ciertos hábitos que nos ayuden a conservar la calma y no caer dentro del estado de alteración colectiva.
Resiliencia: una forma de sobrevivir
La resiliencia es la habilidad que posee una persona para sobreponerse ante circunstancias difíciles o inclusive traumáticas; como el fallecimiento de un ser querido o la pérdida del empleo.
En tiempos donde el contacto humano está tan restringido y las condiciones de vida se hacen cada vez más difíciles para las personas, la resiliencia es justo lo que necesitamos para poder sobreponernos a las calamidades.
A diferencia de la resistencia, la resiliencia es un estado que involucra toda una serie de aspectos emocionales y psicológicos que entran en juego durante el proceso. Por este motivo, esta es una característica que únicamente poseen los seres humanos.
Muchos psicólogos consideran que la resiliencia es una de las características esenciales de un individuo que posee una excelente salud mental y emocional. Por lo tanto, es una habilidad esencial para empezar un estilo de vida mucho más saludable y eficiente.
Una de las grandes ventajas de la resiliencia, es que es una facultad que podemos adquirir con facilidad y que puede ser trabajada a diario.
¿Cómo podemos reforzar nuestra salud mental y emocional?
Existen toda una serie de ejercicios y actividades que pueden ser de gran ayuda para conservar en buen estado de salud mental y emocional. Y lo mejor de todo es que no se requiere de ningún tipo de factor externo, ni hacer un viaje o retiro espiritual a un lugar lejano.
Lo primero que necesitamos hacer es empezar a cambiar un poco nuestro enfoque sobre las cosas. Es decir, hay que darle a cada situación su justo valor por insignificante que pueda parecernos.
Al igual que sucede cuando cambiamos los muebles de lugar en una habitación para darle otro aire, el truco está en prestarle la debida atención a cada pequeño detalle de nuestra cotidianidad para que todo pueda conservar cierta armonía.
En lo que se refiere a nuestro bienestar emocional y mental, lo primero que debemos hacer es analizar con calma nuestra rutina diaria y encontrar la forma de incorporar los hábitos que mencionamos a continuación:
Mantenerse activos
Una de las claves fundamentales para poder disfrutar de una buena salud mental y emocional, es darnos el tiempo requerido para realizar algo de actividad física durante el día.
Estudios recientes han demostrado que un ejercicio de bajo impacto realizado diariamente al menos durante 15 minutos, es ideal para mantener oxigenado el cerebro y regular los niveles de estrés.
No hace falta invertir en costosos equipos de ejercicios para mantenerse físicamente activos dentro en casa. Hoy en día existen muchos videos y aplicaciones gratuitas con rutinas de ejercicios que se adaptan bien a nuestra experiencia y al espacio disponible que tengamos en el hogar.
Descansar
Descansar adecuadamente es una acción que trae consigo consecuencias bastante positivas en todo lo que se refiere a nuestra salud física, psicológica y emocional.
Los individuos que no son capaces de cumplir con las horas de sueños recomendadas por los expertos, suelen enfermarse con facilidad y también tienden a caer en estados depresivos con mayor frecuencia.
Una rutina de sueño de 7 a 8 horas es suficiente para brindarle a nuestra mente el descanso que esta necesita para trabajar de forma más eficiente durante el día.
Comer bien
Entre los principios para mejorar el estado de salud mental y emocional, se encuentran el dormir bien, hacer ejercicio y llevar una buena alimentación.
Los alimentos son el combustible esencial de nuestro cuerpo y al igual que como suele pasar con la gasolina de un auto, es necesario asegurarnos que esta sea elaborada con los ingredientes correctos y de la mejor calidad.
Así, la comida chatarra queda totalmente descartada en este punto. Si se quiere que la mente y el cuerpo funcionen al 100%, es necesario comprometerse a llevar una dieta mucho más sana, una donde exista abundancia de vegetales y mucha agua para estar bien hidratados.
Reforzar la vida social
Si bien esto podría parecer algo realmente complicado con las condiciones actuales, siempre tenemos el consuelo que vivimos en una era donde la tecnología nos permite estar en contacto de forma fácil y más rápida que antes.
Reforzar los vínculos o incluso animarnos a expandir nuestro círculo social es una experiencia que siempre resulta gratificante. Es necesario recordar que por naturaleza, los seres humanos somos criaturas sociables y, por lo tanto, las relaciones sociales son una pieza fundamental dentro de la vida.
El aislamiento o la falta de interacción social pueden llevarnos a tener niveles de ansiedad y estrés tan peligrosamente altos, que inevitablemente terminaremos por enfermarnos.
Disfrutar del tiempo de ocio
Si se administra de manera adecuada, el tiempo libre puede resultar algo bastante beneficioso para la mente. Lo fundamental de este punto es saber qué hacer, cuándo hacerlo y con quién hacerlo.
La forma más efectiva de usar nuestro tiempo de ocio es usando el mismo para realizar actividades constructivas y, al mismo tiempo, que nos resulten gratificantes. La jardinería, leer un buen libro o intentar empezar con un nuevo pasatiempo son formas inteligentes de invertir nuestro tiempo libre.
Como todo en la vida, el secreto consiste en buscar el perfecto equilibrio dentro de las cosas para que todo pueda fluir de forma armónica. Cuando llevamos esto al tema de la salud mental y emocional, hay que entender que la mente necesita algo de tiempo de esparcimiento para funcionar de forma eficiente.
Manejar los pensamientos
Uno de los mejores consejos que pueden darnos en tiempos de pandemia, es que hagamos todo cuanto podamos para evitar que los pensamientos negativos o las malas noticias nos afecten más de la cuenta.
Algo de vital importancia para conservar en buen estado nuestra salud mental y emocional, es procurar no sobresaturar nuestro cerebro con tanta información. En ocasiones es necesario apagar los dispositivos y darnos tiempo para respirar profundamente.
Muchos expertos coinciden que la mejor manera de mantener bajo control los niveles de estrés es evitando que la mente permanezca ociosa mucho tiempo. También es buena idea practicar ejercicios de respiración a lo largo del día para mantener el cerebro bien oxigenado.
Expresar los sentimientos
Aunque podría sonar un tanto extraño, mantener una buena comunicación con nuestros familiares y seres queridos es un hábito que repercute muy positivamente en nuestra salud mental y emocional.
Es imposible no sentirse alterado en medio de una pandemia, pero compartir nuestros sentimientos de forma abierta con los demás es una terapia eficiente para mantener bajo control el estrés y la ansiedad.
Además siempre resulta gratificante darnos cuenta de que, aunque otras personas no comparten nuestros mismos problemas, siempre existirán quienes desean brindarnos su apoyo y motivarnos a seguir adelante.
Traza objetivos realistas
La mejor forma de mantenernos positivos y mantener bajo control nuestros niveles de estrés, es realizando tareas que aunque puedan parecer pequeñas siempre nos resultan apremiantes.
Ahora que debemos permanecer más tiempo dentro de casa, quizás sea buen momento para dedicarle esfuerzo a esos pequeños proyectos o tareas que antes parecían no tener relevancia.
Limpiar el desván, reorganizar el estante o incluso hacer una limpieza profunda de nuestra computadora son actividades que resultan bastante gratificantes. Completar pequeñas tareas durante el día es una buena forma de tener la mente ocupada y nos ayudan a sentirnos mejor con nosotros mismos.
Buscar ayuda profesional
En ocasiones podemos llegar a sentir que realizar todo lo antes mencionado no nos resulta suficiente para mantener nuestro estrés controlado. Y es justo en este punto cuando resulta conveniente buscar ayuda profesional.
Un psicólogo es un profesional que está totalmente capacitado para brindarnos el apoyo que necesitamos para alcanzar un óptimo estado de salud mental y emocional.
Nunca es malo pedir ayuda, y mucho menos cuando se trata de un tema tan delicado como nuestros pensamientos y emociones. Incluso si solo queremos desahogarnos, es conveniente asistir a un psicólogo para contar con una opinión profesional sobre eso que nos está afectando.
Conclusión
La pandemia producida por el coronavirus nos ha obligado a permanecer en un estado constante de incertidumbre y ansiedad. Pero sin importar qué pase a nuestro alrededor, siempre podemos escoger qué hacer de nuestra vida.
Ahora más que nunca es necesario empezar a mirar las cosas desde otras perspectivas y utilizar nuestra habilidad de adaptación para conseguir formas de seguir disfrutando de la cotidianidad.
Desde hace algunos años, muchas personas ya empezaban a tomar más en serio la influencia de la salud mental y emocional en nuestra vida diaria. Al igual que nuestro cuerpo, es importante que nuestra mente esté en óptimas condiciones para garantizar nuestra plenitud.
Aprender a mantener equilibradas nuestras emociones y pensamiento no es tarea fácil. Pero si dedicamos algo de tiempo a cuidar de nosotros mismos y nos hacemos con la ayuda indicada, todo resulta menos extenuante.
Tener la mente ocupada, mantener el contacto con nuestros seres queridos, alimentarnos, dormir adecuadamente y hacer ejercicio con cierta regularidad son los pasos fundamentales para disfrutar de un estilo de vida más sano.
Todo esto solo nos demuestra que la salud no es un asunto que se limita únicamente a las necesidades del cuerpo. También es extremadamente importante brindarle el cuidado necesario a nuestra mente para tener un equilibrio y bienestar plenos.