Un fuerte sismo sacudió la noche del martes Ciudad de México y provocó que la gente saliera de sus casas. Hasta el momento las autoridades no reportaban daños ni heridos.
El Servicio Geológico de Estados Unidos ajustó a la baja la magnitud del sismo. Inicialmente señaló que fue de 7.4, pero poco después refirió que había sido de magnitud 7 y tuvo su epicentro en Los Órganos de San Agustín, en el estado sureño de Guerrero.
El servicio sismológico mexicano había señalado como magnitud preliminar de 6.9.
Lo que más causó terror entre los mexicanos fue cuánto duró el terremoto. “Pensábamos que iba a ser un movimiento rápido pero lo que más ha sorprendido es que duró bastante”, dijo Luz Santacruz, una periodista mexicana entrevistada por EL VOCERO.
“Septiembre es un mes que siempre ocurren sismos trágicos”, recordó Santacruz que describió el sismo como uno de los más impresionantes que haya vivido.
La alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheimbaum, informó en un tuit que las autoridades sobrevolaban la capital, pero que no había reportes de daños, mientras el secretario de Seguridad Pública local, Omar Garcia Harfuch, señaló en la misma red social que algunas colonias se habían quedado sin luz.
“Les pido a todos tranquilidad, estamos todos al pendiente y vamos a seguir informando”, señaló la alcaldesa.
El sismo del martes ocurre a casi una semana y media de que el país recuerde los aniversarios de dos terremotos que provocaron varias muertes y daños y que quedaron marcados en la mente de los habitantes.
El 19 de septiembre de 2017, un sismo de magnitud 7.1 dejó al menos medio millar de fallecidos, mientras que el mismo día, pero de 1985, un terremoto de 8.1 mató a casi 10,000 personas y devastó varias zonas de Ciudad de México.
México ha reconstruido menos de la mitad de las viviendas dañadas o destruidas por el terremoto de magnitud 7.1 del 19 de septiembre y el de magnitud 8.1 del 7 del mismo mes, ambos en 2017. El de 1985 también ocurrió el 19 de septiembre.
México recordó el jueves los aniversarios de los sismos de 2017, que dejaron al menos medio millar de muertos, y del devastador terremoto de 1985 que causó 9,500 fallecimientos.
El presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó una ceremonia en la plaza del Zócalo, en el centro de la Ciudad de México, donde en memoria de las víctimas se izó a media asta una bandera monumental.
