Taiwán presentó el martes su primer dron de ataque portátil, un vehículo aéreo no tripulado similar a un modelo estadounidense utilizado en la lucha de Ucrania contra Rusia, mientras China aumenta la presión militar en la isla.
Los 23,5 millones de taiwaneses viven bajo la amenaza constante de una invasión de China, que afirma que la democracia autogobernada es parte de su territorio para ser arrebatado algún día, por la fuerza si es necesario.
El ruido de sables de Beijing se ha intensificado en los últimos años bajo el presidente Xi Jinping, y la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha profundizado los temores en Taiwán de que China podría actuar de manera similar.
El Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Chung-Shan (NCSIST), dirigido por militares, mostró el martes su nuevo dron de municiones merodeadoras, que es similar al Switchblade 300 de fabricación estadounidense que actualmente utilizan los soldados ucranianos.
El dron de un solo uso fabricado en Taiwán, diseñado para ser lo suficientemente pequeño como para llevarlo en una mochila, puede permanecer en el aire durante 15 minutos, según NCSIST.
“Debido a que es liviano y portátil, es como una gran granada que puede volar”, dijo Chi Li-pin, jefe de la división de Investigación de Sistemas Aeronáuticos de NCSIST.
“Es eficaz para atacar objetivos cerca de nuestras costas”, agregó, y señaló que su distancia máxima de vuelo es de 10 kilómetros (6,2 millas).
Taiwán también está desarrollando su próxima generación de drones de ataque “suicida”, dijo Chi, incluidas versiones más grandes que pueden usarse en ataques de mayor distancia.
Los drones de ataque pueden flotar en el aire mientras transportan explosivos antes de estrellarse contra un objetivo para eliminarlo.
Las tensiones se dispararon el año pasado después de que Beijing lanzó importantes ejercicios militares en respuesta a una visita de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taipei, en lo que algunos expertos vieron como un ensayo para una invasión de la isla por parte de China.
Los aliados han instado a Taiwán a adoptar una “estrategia de puercoespín” asimétrica que dificultaría la invasión del ejército chino, un argumento que se ha visto reforzado por la firme defensa que las fuerzas mucho más pequeñas de Ucrania han presentado contra Rusia.
Esa estrategia enfatiza la compra de sistemas de armas móviles y comparativamente económicos, y el entrenamiento de civiles para luchar.
