El presidente sirio, Bashar al-Assad, llegó a Arabia Saudita el jueves, dijeron los medios estatales, para unirse a una cumbre de la Liga Árabe por primera vez en más de una década de guerra.
Assad “llegó al Aeropuerto Internacional Rey Abdulaziz en Jeddah para participar en… la cumbre de la Liga Árabe” el viernes, informó la televisión estatal siria.
La visita marca el regreso oficial de Assad al redil árabe después de que el organismo suspendiera Damasco en noviembre de 2011 por su sangrienta represión de las protestas, lo que desencadenó un conflicto que ha matado a más de 500.000 personas y desplazado a millones.
Arabia Saudita y otros países árabes rompieron o degradaron los lazos con Assad en ese momento, y Riad defendió abiertamente su derrocamiento durante el conflicto.
Pero a principios de este mes, el organismo panárabe dio la bienvenida a Damasco, y el anfitrión Arabia Saudita invitó a Assad a la cumbre del viernes a pesar de las objeciones de otros países árabes.
El periódico progubernamental sirio al-Watan dijo que Assad probablemente se reunirá con “una serie de líderes en reuniones bilaterales” el jueves por la noche y el viernes por la mañana.
La última cumbre de la Liga Árabe a la que asistió Assad fue en 2010 en Libia.
– Reconstrucción
Las capitales regionales se habían ido acercando gradualmente a Assad a medida que se aferraba al poder y recuperaba el territorio perdido con el apoyo crucial de Irán y Rusia.
En 2018, los Emiratos Árabes Unidos restablecieron lazos con Siria y han liderado la carga para reintegrar a Damasco al redil árabe.
El acercamiento árabe a Assad se aceleró después de que un terremoto mortal azotara Siria y Turquía el 6 de febrero.
Una decisión en marzo de Arabia Saudita y el respaldo de Damasco, Irán, de reanudar los lazos también ha cambiado el panorama político de Medio Oriente.
Menos de dos semanas después, Arabia Saudita anunció que había iniciado conversaciones sobre la reanudación de los servicios consulares con el aliado de Irán, Siria.
Funcionarios en varias reuniones recientes han dicho que se necesita liderazgo árabe para encontrar una solución al conflicto.
El destino de millones de refugiados sirios, muchos de los cuales viven en los países vecinos de Turquía, Jordania y Líbano, se encuentran entre las principales preocupaciones de algunos estados.
Varios países árabes también buscan una mayor cooperación en materia de seguridad con Siria, que según los críticos se ha convertido en un narcoestado con una industria de captación de 10.000 millones de dólares, en su mayoría traficada hacia el Golfo.
Assad espera que la plena normalización de los lazos con las ricas monarquías del Golfo y otros estados árabes ayude a financiar la reconstrucción.
Luego de una reunión preparatoria en Jeddah el miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Faisal Mekdad, dijo que “la reconstrucción facilitará el retorno (de refugiados) y damos la bienvenida a cualquier papel árabe en este campo”.
Si bien las líneas del frente de Siria se han calmado en su mayoría, gran parte del norte permanece fuera del control del gobierno y no se vislumbra una solución política al conflicto.