El gobierno de Honduras suspendió el martes un toque de queda nocturno decretado en junio en dos ciudades, tras la muerte de 13 personas en un supuesto choque entre narcotraficantes, anunció el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez.
“Hoy es el último día del toque de queda” tras “el descenso significativo del 74% del índice de homicidios” en las ciudades norteñas de San Pedro Sula y Choloma, dijo el ministro en rueda de prensa.
Añadió que se eliminan las restricciones de circulación decretadas entre las 23H00 y 04H00 locales, tras escuchar “clamores de las fuerzas vivas”, en alusión a protestas de dueños de restaurantes en ambas ciudades.
El 26 de junio, la presidenta Xiomara Castro decretó el toque de queda en esas ciudades tras la muerte de 13 personas, atribuidas a sicarios pagados por narcotraficantes locales.
La medida desencadenó la semana pasada protestas de cientos de dueños de restaurantes, hoteles y otros negocios afectados, incluyendo al alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, él mismo propietario de un restaurante. “Triunfó la razón”, dijo Contreras tras la suspensión del toque de queda.
La presidenta Castro también mandó el 26 de junio a la Policía Militar del Orden Público (PMOP) a tomar el control de 25 cárceles, luego de la muerte de 46 reclusas en una prisión de mujeres cercana a la capital.
“Las Fuerzas Armadas […] tienen controlado totalmente el sistema penitenciario”, indicó el ministro Sánchez este martes.
Reclusas de la pandilla Barrio 18 salieron de su módulo e irrumpieron en el de sus rivales de la Mara Salvatrucha, a las que atacaron a tiros y prendieron fuego, según las autoridades.
“A pesar de toda la estrategia en materia de seguridad [..], en promedio este año son 10 homicidios diarios” en Honduras, afirmó la experta Migdonia Ayestas, del Observatorio contra la Violencia de la Universidad Nacional.
Sostuvo que el gobierno “no está desarrollando las acciones” adecuadas, pues los homicidios múltiples están en aumento.
“Este año se están presentando 31 homicidios múltiples con 163 víctimas. Si lo comparamos con el año anterior estamos viendo que hay un 72% de aumento en el número de víctimas”, añadió Ayestas.
