El gigante deportivo Nike y la compañía minera Dynasty Gold están siendo investigados en Canadá por acusaciones de que utilizaron trabajo forzoso de la minoría uigur de China, anunció el martes un organismo de control canadiense.
Se dice que ambas empresas “tienen o han tenido cadenas de suministro u operaciones en la República Popular China identificadas como que usan o se benefician del uso de trabajo forzado uigur”, dijo un comunicado del Defensor del Pueblo Canadiense para la Empresa Responsable.
Las investigaciones se anunciaron después de que una coalición de 28 organizaciones de la sociedad civil presentara varias denuncias en junio del año pasado sobre las actividades en el extranjero de las dos empresas canadienses, según el comunicado.
Se sospecha que Nike Canada tiene “relaciones de suministro con empresas chinas identificadas como que usan o se benefician del uso de trabajo forzado uigur. Nike sostiene que ya no tiene vínculos con estas empresas y proporcionó información sobre sus prácticas de diligencia debida”, dice el comunicado.
La segunda investigación dirigida a Dynasty Gold alega que la compañía “se benefició del uso de trabajo forzado uigur en una mina en China en la que Dynasty Gold tiene una participación mayoritaria.
“La respuesta de Dynasty Gold a la denuncia es que no tiene control operativo sobre la mina y que estas denuncias surgieron después de que abandonó la región”, continuó el comunicado.
Los grupos de derechos humanos dicen que más de un millón de uigures y otras minorías, en su mayoría musulmanas, han sido recluidos en campos de reeducación en la región occidental china de Xinjiang, con una serie de abusos que incluyen trabajos forzados.
El anuncio de la investigación fue bien recibido por el Uyghur Rights Advocacy Project, con sede en Ottawa, que aplaudió “un paso importante en la dirección correcta”.
Cuando AFP le pidió una respuesta el martes por la noche, el gigante deportivo no respondió de inmediato.
Los legisladores de las naciones occidentales, incluido Canadá, calificaron la represión en Xinjiang como un “genocidio”, y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se refirió al tratamiento de los uigures como crímenes contra la humanidad.
Beijing niega las acusaciones y describe las instalaciones como centros vocacionales diseñados para frenar el extremismo.
En abril, la justicia francesa cerró una investigación preliminar sobre gigantes de la confección como Uniqlo y el propietario de Zara, Inditex, acusados por asociaciones de haberse beneficiado del trabajo forzoso de los uigures en China.
En mayo se presentó una nueva denuncia.