El Gobierno de Alberto Fernández determinó implementar el toque de queda nocturno en todo el territorio argentino a partir del 8 de enero, frente a la preocupante suba de contagios de covid-19 en medio de las vacaciones de verano y el aumento de la circulación con fines turísticos. “La medida se está redactando y será anunciada esta tarde por el presidente”, anticipó este jueves el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en una rueda de prensa matutina.
Por lo pronto, trascendió que solo se podría transitar desde las cinco de la madrugada hasta las 23, informó La Nación, aunque tal vez se extienda a la medianoche. Asimismo, las autoridades de aquellas jurisdicciones donde se sostenga un piso mínimo de contagios podrán solicitar excepciones a esta regla restrictiva, a menos que las infecciones aumenten.
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Además, aquellos individuos que violen la normativa podrán ser denunciados en la Justicia, mientras que los efectivos policiales estarán autorizados a secuestrar vehículos e imponer multas a los infractores.
La disposición se produce luego de que el presidente haya sostenido conversaciones con los 24 gobernadores y otros funcionarios de su administración, como el ministro de Salud, Ginés González García.
Mientras, las vacaciones en Argentina siguen su curso, a pocos días de haber comenzado el descanso veraniego. De hecho, la administración peronista lanzó políticas públicas que incluyen incentivos para reactivar el turismo. Entre ellos, se destaca el plan Previaje, que consiste en devolverles a los consumidores el 50 % de lo gastado en reservas para ser reutilizado en entretenimiento.
Así las cosas, el último reporte del Ministerio de Salud señala que en las últimas horas se registraron más de 13.400 contagios, mientras que la cifra total de infecciones supera los 1,6 millones. Además, la última jornada se notificaron 191 decesos, elevando el número general a 43.976 fallecidos por la pandemia.
