A pesar de todos los problemas a los que se enfrentan, todavía hay muchos que se reprimen y se niegan a hablar de las cosas que les importan.
El Southbank Centre de Londres se dedicó a explorar los problemas, discusiones y sentimientos del sexo masculino en el festival Being A Man, desafiando y cuestionando los prejuicios que afectan al hombre moderno.
Los temas estrella del debate fueron la gestión de imagen y aspiraciones, la depresión y abuso de sustancias, los estereotipos, la cultura del fútbol, los jóvenes de grupos minoritarios y los talleres sobre emociones y sentimientos.
Si bien Being A Man defendió y celebró los diferentes ideales de la masculinidad e individualidad moderna, al mismo tiempo planteó la siguiente pregunta: “¿Dónde pueden los hombres obtener el apoyo necesario para hacer frente a los desafíos de la vida moderna?”.
Al evento también asistió un gran número de personal caritativo y grupos de apoyo, como The Men’s Health Forum, que ayudaron a los hombres de todas las edades a hablar sobre sus ansiedades, cargas y problemas. Porque no lo olvidemos, algunos hombres estamos solo ahora empezando a aceptar que se nos permita hablar de nuestros sentimientos sin temor a reproches, un estigma importante que hay que romper con el fin de llevar una vida más rica.
Puede que Bob Dylan observara que los tiempos estaban cambiando a principios de los años sesenta, pero su mantra es tan relevante para los cambios de hoy como lo era en aquel entonces.
Todo se encuentra en un estado de rápida fluidez y estamos constantemente tratando de dar sentido a las cosas con el mismo ritmo con el que pasan; la tecnología, los negocios, las artes, la ruptura de las fronteras de la identidad y la comunicación y, sobre todo, el papel de la identidad de género y cómo se supone que es nuestro rol en la sociedad están en un cambio constante.
Las tensiones de la vida moderna significan que el mayor desafío para los hombres en estos días es encontrar la valentía para hablar abiertamente. Desde la falta de modelos para seguir, hasta el sufrimiento de violencia doméstica o simplemente sentirse que no se encaja en un mundo consumista que se alimenta de la presión, 1 de cada 5 de nosotros seguimos sintiendo el peso y la carga de este trasfondo de la sociedad.
La idea de que los hombres de verdad no hablan de sus problemas es algo completamente anticuado y, francamente, tenemos que acabar con ello. Being A Man y los temas planteados (como se asumieron los debates sobre la identidad masculina) no trataron sobre la desigualdad entre hombres y mujeres ni sobre el cambio del equilibrio entre poderes, sino, más bien, trataron sobre cómo nuestros medios de comunicación y publicidad nos manipulan.
Han hecho que la sociedad dicte lo que debemos hacer, a qué debemos aspirar y cómo debemos identificarnos como “hombres modernos”: ya no hay una forma simplista, fácil y lineal de hacerlo.