Lo más cercano a morir es insistir y no sobresalir, encontrar a alguien que se convierta en tu diario vivir, pero no se convence de ver tu sentir, de no confiar en tu intención, de no considerar la ocasión y no escuchar tu latir, haciendo tus emociones disminuir, a tal punto donde te preguntas si eso debe seguir y te das cuenta que hacerlo es lo emocionante.
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Donde se observa cómo se acopla lo inefable de insistir con la infinitud de la resistencia, haciendo que todo se mantenga en un ojalá de la posibilidad de la existencia, ocasionando que el camino sea un tormento, creando etapas de arrepentimiento, pero todo es cuestión de un momento para controlar el destino del tiempo.
Tiempo rodeado de insistencia proveniente de situaciones que de alguna u otra forma se generan preguntas del por que en ese momento y en esa situación, donde no hay respuesta mas fácil que decir que es mejor intentar a quedar en una interrogante, que la cobardía y humillación es la mayor limitante, aún sabiendo que “si alguien quiere algo lo va a hacer y no cambiara por mas veces que se repita” Si, sabia que te referías a esto.
Perdona por insistir y deja a un lado los argumentos, mas bien… relaja, espera y siente la compasión hacia tu emoción, que espera una reacción de bonhomia hacia mi intención y practica la resilencia, que ya sabiendo no existe soledad y melancolía, aún falta alguien que admire tu alegría, para que día con día alguien mejore su elocuencia a causa de su mejor serendipia.
Insisto porque el destino unirá nuestros caminos, y aunque empeñado siempre en regresar, sabiendo que siempre se suele fallar, no hay manera en que se pueda evitar que las letras en ti puedan entrar, ahora dime… Si tú crees haber dado lo mejor de ti, con alguien que ya no está, imagina lo que puedes lograr con alguien que te espera aun cuando no te conocía. o ¿se te ocurre otra razón de esta causalidad?
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