Cada 3 de Mayo se celebra en El Salvador el Día de La Cruz, una tradición católica que según la historia ha trascendido desde la conquista española en el continente Americano, en ésta conmemora la cruz donde murió Jesucristo. Sin embargo, no solo es una acto religioso ya que con el pasar del tiempo, se ha impregnado en las costumbres de los pueblos y forma parte de su identidad cultural.
Durante la época de la colonia, se dice que los españoles no sabían cómo comunicarse con los nativos indígenas, los europeos querían imponer la religión católica por lo que necesitaban hacerles comprender el significado de la cruz. Es aquí donde surge la costumbre de “vestir la cruz”, para que los originarios entendieran mejor el mensaje religioso, la cruz era colocada a la vista de todos y su celebración comenzaba a inicio de mes y terminaba el 3 de mayo.
Para muchas personas esta costumbre sigue estando cargada de simbolismo religioso, para el padre franciscano, José Pérez, poner la cruz en las casa este 3 de mayo es un acto de fe y devoción: “La cruz es la cruz de Cristo, esta es el símbolo de la victoria de Jesús sobre la muerte y el pecado, no podemos olvidarnos de su principal mensaje, para mi adornar la cruz también significa un símbolo de fe”.
En El Salvador, la cruz de mayo debe estar hecha de árbol de jiote, se adorna con guirnaldas hechas de papel de china o plástico de diferentes colores que cuelgan de los brazos de la cruz. Además se adorna con frutas, que representan una ofrenda de agradecimiento hacia Dios por la cosecha de la tierra, en el país.
Según la tradición la cruz debe ponerse en los patios de las casas para que el diablo “no baile en la casa”, del mismo modo, según los creyentes, para tomar una fruta de la cruz, cada persona debe arrodillarse frente a ella y hacer una oración en silencio, luego puede tomar la fruta y comerla.
Un sincretismo religioso impregnado en la cultura de los pueblos
El sincretismo religioso se define como la fusión de elementos culturales diferentes o como la combinación de elementos religiosos aportados por la cultura hispana e indígena, produciendo en el proceso un híbrido cultural que no coincide puramente con la doctrina católica y sus sistema organizativo pero que puede pasar a formar parte de las costumbres de un pueblo.
En El Salvador la tradición del Día de la Cruz está presente principalmente en los hogares de algunos salvadoreños, no obstante algunos pueblos y ciudades del país, le dan mayor relevancia a esta festividad. En el municipio de Suchitoto desde hace 17 años se realiza el “Festival de altares de la Cruz”, donde los habitantes ponen a prueba su creatividad para decorar las cruces y atraer más turistas, al mismo tiempo que promueven los famosos “gallitos” unos dulces tradicionales para esta fecha en el Lugar del Pájaro Flor.
Otro lugar donde se celebra la fiesta de la cruz es en el municipio de Panchimalco, las fiestas patronales del pueblo celebran a la “Santa Cruz de Roma” por lo que el 3 de mayo la celebración de la cruz toma un significado más amplio con elementos que retoman lo religioso y cultural.