Carnes, lácteos y huevos son parte de los alimentos que los salvadoreños dejan de comer ante el encarecimiento de la vida.

La inflación económica ha llevado a muchos salvadoreños a eliminar ciertos alimentos de su dieta diaria debido al encarecimiento de los mismos.

La revista Disruptiva de la UFG comprobó dicha realidad a través de una encuentra llamada “Encuesta sobre microeconomía de los salvadoreños (as) 2023: Menos carne y más optimismo”.

El estudio, que se desarrolló entre el 15 y el 19 de abril, y que consultó a 1,231 personas de 18 años y más a nivel nacional, mostró que el 64.3 % de ellos ha bajado el consumo de algunos productos o servicios debido al aumento de los precios, mientras el 35.6 % aún no lo ha hecho.

Las investigaciones también han comprobado que se ha reducido en un 75.3 % la ingesta de carne, también en un 40.3 % el pollo, el 32.2 % los huevos y 23.5 % el queso.

Pese a la inflación, el alto costo de la vida u otros gastos familiares un porcentaje significativo de salvadoreños, el 62.6 %, dice que hace esfuerzos por seguir consumiendo igual cantidad de comida, no obstante, un 33.3 % sí se ha visto forzado a reducirla y 2.6 % ya eliminó un tiempo de comida.

Del total de los que reportaron haber sacrificado un tiempo de comida 41.7 % tomó esa medida con el almuerzo, 37.5 % con el desayuno y 20.8 % la cena.

Si bien en los hogares se están haciendo grandes sacrificios llama la atención un contraste y es que al preguntarles cómo se sienten respecto al tema económico el 50.4 % respondió que está optimista en este tema, 22.9 % dice sentirse en incertidumbre, el 10.5 % frustrado, 9.7 endeudado y un 4.8 % ansioso.