Si alguna vez viajas al Medio Oriente, especialmente al desierto iraní de Yazd, podrás observar extrañas y pequeñas chimeneas en los edificios.
Y te preguntarás, ¿Para qué diantres sirven?
Estas torres, conocidas como Badgirs, del Medio Oriente, son sistemas de aire acondicionado ecológicos inventados hace más de 3000 años. Lo cual es sorprendente pero funciona, probablemente alguno lo habrá escuchado y por que no decirlo más de alguno conoce este tema, pero es importante contarlo porque el calentamiento global apremia y necesitamos inspirarnos en la tecnología antigua.
Tanto es así que se está recuperando su popularidad entre los arquitectos, ya que refrescan los interiores de los edificios sin utilizar electricidad ni energía mecánica. Imagina un mundo en el que todos los edificios estuvieran equipados con estas maravillas arquitectónicas, al menos de alguna manera, reduciríamos significativamente el consumo de electricidad.
Ancestrales sistemas de aire acondicionado sin electricidad
La palabra <Badgir> proviene del persa, donde <bâd> significa <viento> y <gir>» significa <capturar>, este sistema también se conoce como torre de viento pero evolucionó con el tiempo y fue utilizado según se sabe por diferentes culturas de la región, los primeros indicios de su uso se remontan a la época del Imperio Persa, entre los siglos VI y IV antes de nuestra era.
Este funciona de manera muy simple pero efectivo, las torres de viento Badgirs consiste en una torre vertical en forma de chimenea rematada por una cúpula, inmediatamente de esta chimenea el edificio al que está conectado el Badgir cuenta con conductos o túneles que conducen a la base de la torre, allí cuando el aire caliente del exterior ingresa a la torre, se enfría al pasar por los conductos subterráneos, que se encuentran a una temperatura mucho más fresca.
El aire caliente y ligero asciende naturalmente a través de la torre, creando una succión que genera una corriente de aire fresco dirigida hacia el interior del edificio a través de aberturas en el suelo. Y por tanto, el sistema permite llevar aire fresco al interior de cualquir edificio, creando una sensación de frescura y comodidad, incluso en climas extremadamente cálidos.
Estas torres también forman parte integral de la historia arquitectónica y cultural de muchas regiones, principalmente la persa representando un valioso patrimonio que merece ser preservado y por que no decirlo mejorado.
Los arquitectos del futuro sin duda podría inspirarse en esto que no es muy conocido pero es brillante precisamente porque en sencillo y no complejo.
Como decía el filósofo alemán Friedrich Nietzsche en una de sus frases más recatadas “Lo que distingue las mentes verdaderamente originales no es que sean las primeras en ver algo nuevo, sino que son capaces de ver como nuevo lo que es viejo, conocido, visto y menospreciado por todos”.
