Por: Raúl Beltrhán Bonilla
Aprender a escuchar es la clave, si se tiene intenciones de aprender, la opinión ajena es la que nos da la riqueza para el conocimiento o el mejor disenso, pero si eso no se puede, se debe aplicar la frase del ilustre Benito Juárez, “El respeto al derecho ajeno es la paz”.
Tener la protección del artículo 125 de la constitución da impunidad a cualquier diputado, que bien usada engrandece a todo parlamentario, además lo enaltece cuando el respeto a los interpelados como el caso del señor Rector de la Universidad Católica, los hace ver elegantes y hasta casi intelectuales, pero cuando la mala intención, el sesgo, el desconocimiento y sumado a ello la crasa ignorancia, los retrata de cuerpo entero, entonces toda oportunidad de buscar información precisa o la verdad de los hechos se pierde, producto del funcionamiento del hígado.
Conectado a las cisuras de Silvio y Rolando, que hace perder el equilibrio y la lucidez en la búsqueda de la verdad, es decir el odio nos ciega, el odio nos quita la razón, sumado a ello la mentira, seguido del sesgo, hizo más fácil la comparecencia del señor rector.
UN DIPUTADO insistía en degradarlo de su cargo, como parte de la tortura a la que era sometido el sacerdote, ingeniero, y rector de la Universidad Católica, ANDREU OLIVA, con el estribillo de Don Andreu o señor 0liva, se trató de minimizar el intelecto, o lo que fuese poco, ignorar la calidad del interrogado, es decir en una clara intención de buscar una confrontación que jamás lograran los llamados delegados del pueblo como se autoproclaman, pues cada uno de ellos , habla con una seguridad sentenciosa de que el pueblo los ha delegado para tal o cual cosa.
Sin distinguir entre lo uno y lo otro, pues el pueblo con todo y sus falencias sigue siendo respetuoso de las normas más elementales de la moral y las buenas costumbres, aunque esas asignaturas hace años ya no se imparten en las escuelas ni públicas ni privadas y menos en miles de hogares de nuestro país.
LAS REDES SOCIALES como era de esperarse tienen ya la reacción por miles de usuarios, no solo condenando sino amenazando a quienes hicieron de su cargo la más elemental, malacrianza y falta de respeto, se ha llegado a tal grado que exigen que los interrogadores del cura Olivo, presenten sus credenciales como graduados universitarios o en el menor de los casos el de bachiller, hoy que es tan fácil graduarse por correspondencia.
Atrás debe quedar la politiquería barata y darle lustre al cargo de diputado, pues no debe quedar una vez más en evidencia la ignorancia y la incapacidad, todo porque no se documentan o preguntan con el hígado conectado por razones ideológicas.
PREGUNTAR no es lo mismo que interrogar, cuestionar no es lo mismo que indagar, con toda razón decenas de docentes y estudiantes de la UCA, recibieron a su rector con vítores y aplausos, pues los que vimos el interrogatorio nos queda claro que solo hizo falta la capucha con cal, para tratar de obligar a escuchar respuestas obligadas, pero aprendimos nuevamente que la inteligencia puede más que la ignorancia, que la razón está por encima del desconocimiento y que la verdad triunfa siempre sobre la mentira y el fanatismo…