Las paperas son una infección causada por un virus que afecta las glándulas salivales o parótidas que se encuentran cerca de los oídos. Puede provocar inflamación de una de las glándulas o ambas.
Por lo regular es una enfermedad que se transmite a través del contacto directo con saliva o gotitas respiratorias de la boca, nariz o garganta. Una persona infectada puede transmitir el virus cuando tose, estornuda o habla, así como al compartir bebidas.
Los síntomas aparecen entre 16 y 18 días después de la infección. Es decir que el paciente presentará síntomas después de este tiempo en que ya ha sido contagiado. Algunas personas son asintomáticas y otras presentan casos leves.
Su principal característica es la inflamación o hinchazón de las glándulas salivales que hace que las mejillas se inflamen en uno o ambos lados, pero también existen otros síntomas como el dolor en las glándulas salivales, dolor al masticar o tragar, fiebre, dolor de cabeza, dolor de músculos, debilidad, fatiga y pérdida del apetito.
La hinchazón dura hasta por 10 días aproximadamente. El diagnóstico actualmente es clínico y el apoyo actual podría tenerse un hisopado de la faringe para dar un diagnóstico y se toma cultivo de virus. También se puede hacer después del quinto día un examen de sangre.
Existen otras enfermedades o causas que pueden confundirse con esta enfermedad e inflamación de la parótida, entre ellos procesos virales diferentes como la mononucleosis infecciosa (virus de Epstein-Barr) o “enfermedad del beso”, que suele inflamar los ganglios linfáticos en el cuello. Un examen de sangre puede diagnosticar este virus que está en forma activa, es común y poco diagnosticada.
Existen parotiditis bacteriana donde se infecta la glándula parótida y se necesita en ocasiones un drenaje de la glándula y antibióticos.
En algunos casos se puede formar un cálculo en esta glándula o del conducto que requiere de un drenaje del mismo y requiere de intervención de especialistas como un otorrinolaringólogo. Existen también tumores en el área que requieren de otro seguimiento, esto en pacientes con paritioditis recurrente, es decir que el área está inflamada dos o tres veces, se debe descartar que hay una obstrucción en el conducto que podría causar esto, dice el médico pediatra Edgar Beltetón.
El pediatra infectólogo Carlos Grazioso explica que en la mayoría de los casos es una enfermedad benigna sin secuelas ni problemas. Comenta que es importante recordar que el covid-19 ha afectado distintos órganos del cuerpo y hay que estar atentos a que la inflamación no esté relacionada con esta enfermedad.
El mismo cuerpo se encarga de eliminarla, no se recomiendan medicamentos para ella, más allá de tener actividades limitadas. Podría requerirse únicamente de analgésicos simples para las molestias, no comer alimentos ácidos y esperar que la enfermedad desaparezca por sí misma.
Los cuidados en casa
– Reposo.
-Limitar el contacto con otras personas por ser contagiso.
-Evitar el consumo de cítricos porque se estimula la producción de saliva y al estar inflamados los conductos podría provocar dolor y que se inflame más.
-Utilizar compresas frías para aliviar las molestias.
Beltetón explica que las paperas en sí son prevenibles y ha reducido su incidencia por la vacunación.
El proceso de vacunación
La vacuna es la mejor manera de reducir el riesgo de que los niños tengan contagio de paperas. Por lo regular, se reciben dos dosis. Una a los 12 y 15 meses de edad y otra, entre los cuatro y seis años. Esta suele ser una vacuna combinada que protege también contra las paperas, el sarampión y la rubéola.
Una vacuna en el adulto es posible cuando se tiene conocimiento que no la recibió en sus primeros años.
En la mayoría de los niños no produce ningún efecto secundario, y los que produce suelen ser muy leves, como fiebre o sarpullido.
Los Centros para prevención y control de enfermedades en Estados Unidos, CDC explican que sigue habiendo brotes, particularmente en los entornos donde las personas tienen contacto cercano prolongado, por ejemplo, en centros educativos y en especial cuando no se ha recibido la vacuna.
Actualmente las medidas impuestas debido a la pandemia de covid-19 como el uso de la mascarilla, el alcohol en gel, el distanciamiento y la ventilación de lugares hacen menos posible también el contagio no solo de las paperas sino del sarampión, rubeola o varicela, entre otras enfermedades.
Aunque las personas estén vacunadas todavía podrían contraer la enfermedad. Los CDC explica que cierta evidencia parece indicar que puede que el sistema inmunitario de algunas personas no responda tan bien como debiera a la vacuna.
En la historia
Las paperas han sido reconocidas como una enfermedad infantil común desde la época de Hipócrates en el siglo V antes de Cristo. En 1790, Hamilton describió la afectación del sistema nervioso central y, en 1860, Toynebee, la sordera neurosensorial.
Un artículo publicado por el médico Enrique Laval, en la Revista chilena de infectología también refiere otros momentos históricos de esta enfermedad, en el siglo XVIII, Laghi y Mangor fueron los primeros en manifestar la naturaleza contagiosa de la enfermedad y hasta la segunda mitad del siglo XIX, la localización parotídea era todavía poco reconocida. En esta época, Trousseau, Rillier y Grisolle, establecen definitivamente la sintomatología y la especificidad de esta entidad nosológica. Ya en 1752, Pratolongo había recalcado su carácter epidémico.
Pese a las numerosas localizaciones y a los síntomas, a veces alarmantes, su pronóstico es bueno. La mejor prueba está en la estadística de Catrin: de 42,747 casos ocurridos en el ejército francés entre 1888 y 1893, sólo se registraron cuatro defunciones.
La vacuna contra las paperas podría producir anticuerpos (proteínas creadas por el sistema inmunitario del cuerpo para ayudar a combatir infecciones) que no son tan eficaces contra las cepas naturales del virus.
También podría deberse a que en algunas personas, los anticuerpos producidos por la vacunación contra las paperas pueden disminuir con el tiempo, hasta que ya no protegen a la persona contra las paperas, por dar algunas respuestas.
Grazioso explica que en la infancia las paperas son bastante benignas, en la edad adulta pueden ser más graves o severas.
Las complicaciones
Las complicaciones se presentan por lo regular en personas que no han sido vacunadas. El médico Beltetón menciona que las complicaciones son escasas, pero se pueden presentar incluso en casos asintomáticos.
Entre ellas están la orquitis, es decir una inflación de los testículos y del conducto testicular. En un 60 a 80% de los casos se presentan la inflamación en un solo testículo. Ocurre de cinco a 10 días después de la inflamación de la parotida y presenta fiebre e inflamación testicular. En algunos casos llega a existir una atrofia testicular y la esterilidad es una cuestión muy rara.
En mujeres, podría desarrollarse una ovaritis, que es una inflamación de los ovarios. Esto se caracteriza por dolores abdominales. “La orquitis y ovaritis son las mayores complicaciones y suelen presentarse en un período pos puberal entre un 15 y 30% de los casos”.
De igual manera la inflamación se ha asociado con meningitis y encefalitis. La encefalitis puede causar problemas neurológicos. Esto se presenta en uno a 10% de los casos y es más frecuente en los varones.
Beltetón agrega que está también el el síndrome de Guillain-Barré, una complicación rara que aparece en todo proceso viral y es una inflamación de los nervios periféricos que van desde la punta de los dedos que asciende a las rodillas y migra provocando que el paciente pueda movilizar su caja torácica y se suprime la respiración, es algo muy serio que debe ser tratado tempranamente para evitar que se llegue a utilizar ventilación mecánica.
También se asociada a la inflamación de tiroides, afectar el músculo cardíaco, así como artritis secundaria, así como parálisis faciales. La sordera temporal o permanente es una de las complicaciones que menos se presenta, pero si se han reportado casos.
Mayo Clinic refiere que contraer paperas mientras está embarazada, especialmente en los primeros meses, puede conducir a un aborto espontáneo.
Grazioso agrega que se ha relacionado con problemas de páncreas y que se desarrolle diabetes tipo 1, “es posiblemente un disparador de algo que posiblemente ya se tenía una predisposición genética previa”, dice.
“Es una enfermedad que la conocemos a través de los años, pero no vacunarnos podría llevarnos a serios procesos”, concluye Beltetón.
