Tener un adulto mayor en casa es algo que puede resultar extremadamente demandante. Sobre todo cuando se trata de una persona que posee una condición que lo limita, sea física, mental, o incluso ambas.
Sin embargo, hacerse cargo de las necesidades de una persona mayor no tiene por qué convertirse en una carga para ninguno de los involucrados. Con algunos cambios puntuales dentro del hogar y estableciendo un horario, todo será mucho más fácil.
La paciencia y la planificación son esenciales para brindar la asistencia que necesita una persona durante sus años dorados.
La importancia del respeto a la vejez
Todos sabemos que envejecer no es un proceso sencillo, y puede ser más o menos grato dependiendo de la persona.
De hecho, los efectos físicos de la vejez pueden llegar a causar problemas psicológicos; en especial cuando se trata de personas que estuvieron acostumbrados a tener cierto grado de independencia.
Así, una parte importante de nuestro trabajo como cuidadores, es servirles de apoyo para que estos cambios sean lo más llevaderos posibles y que no causen mayores traumas.
Tratar a las personas mayores con el debido respeto que se merecen es algo fundamental para establecer un vínculo mucho más cercano con ellos.
Así, el mejor consejo en cuanto al trato hacia los adultos mayores, es intentar no hacerlos sentir como una carga, ni tampoco tratarlos como unos niños pequeños.
Aunque es evidente que ellos requieren de una atención y cuidados especiales, esto no quiere decir que hay que minimizar sus actividades diarias. Todo lo contrario.
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Una persona mayor necesita de un horario repleto de actividades para mantenerse saludable y feliz. Eso sí, es importante que el cronograma de actividades esté diseñado teniendo muy en cuenta las habilidades y limitaciones de la persona.
¿Cómo cuidar a los adultos mayores en casa?
Lo primero que necesitamos para poder cuidar adecuadamente de un adulto mayor, es tener mucha paciencia.
Si bien es cierto que no todos toman de la mejor manera la ayuda que se les ofrece, nunca debemos olvidar que los adultos mayores suelen sentirse frustrados por sus limitaciones, y esto es lo que proyectan en su descontento.
Una forma inteligente de ayudarlos a conservar un estilo de vida mucho más saludable y al mismo tiempo tener una relación más armoniosa con ellos, es programar actividades dentro de su día a día que ellos puedan realizar por sí mismos.
Hacer ejercicio de bajo impacto, los juegos de mesa o reservar una hora del día para que se dediquen a la lectura son un buen ejemplo de este tipo de actividades.
Igualmente, la actividad física, la buena alimentación y el tiempo de esparcimiento son tres cosas que una persona de edad avanzada requiere para conservar un buen estado de salud.
En este sentido, las visitas al médico también deben estar contempladas en nuestro cronograma de actividades.
Tomando todo esto en consideración, a continuación compartiremos siete consejos que le serán de utilidad para cuidar adecuadamente de una persona mayor.
1. Planificar una rutina
Tener una rutina planificada es la mejor forma de garantizar a un adulto mayor una mejor calidad de vida.
Cuando hablamos de diseñar una rutina, esto no solamente nos referimos a controlar horarios y establecer límites. También debemos tener presente a quién va dirigido y cuáles son sus necesidades principales.
Lo más importante es que esta rutina diaria esté repleta de actividades que resulten estimulantes y gratas de realizar tanto para la persona mayor como para su cuidador. El comienzo puede ser la parte más difícil del proceso, pero una vez se crea el hábito, todo se hará más fácil.
2. Adaptar las medidas de seguridad
Uno de los temas que más preocupa a la mayoría de los cuidadores de personas mayores es la seguridad.
Así, lo primero que debemos conocer en estos casos es cómo hacer que el hogar se adapte a las necesidades y requerimientos de la persona mayor. Una buena idea es ubicar los muebles de forma tal que los mismos no se conviertan en obstáculos potenciales.
También tener las habitaciones lo mejor iluminadas posible es algo que resultará de gran ayuda para la persona mayor. En el caso del baño, dependiendo de la condición de la persona, podría ser conveniente instalar barras de seguridad y usar alfombras antideslizantes.
3. Control de los medicamentos
Es común que los adultos mayores tomen dosis mayores a las indicadas en sus medicamentos; bien sea porque han desarrollado una dependencia o simplemente por descuido.
Nuestra labor como cuidadores es hacer un seguimiento muy meticuloso de sus tratamientos médicos y establecer un sistema que nos permita total control en los horarios y dosis.
Algo que puede resultar muy beneficioso es llevar una bitácora con los medicamentos, los horarios y las dosis recomendadas. También es efectivo hacer uso de un pastillero, ya que este nos permitirá tener más control de la cantidad de medicamentos suministrada.
4. Buena higiene corporal
La buena higiene personal es algo fundamental para poder llevar un estilo de vida saludable.
Claramente, cuando se trata del cuidado de adultos mayores, esta es una actividad que debe ser realizada con extrema sutileza y mucho tacto de parte del cuidador. En especial cuando se trata de personas con dificultados motrices y de coordinación.
Lo recomendable es brindarle a la persona la mayor independencia posible, así esta no se sentirá incómoda o invadida. Además, hay que crear el hábito de siempre utilizar cremas humectantes luego del baño para que su piel tenga algo de hidratación extra.
5. Dieta balanceada
Uno de los errores más comunes de las personas que cuidan a personas mayores, es que prestan poca atención a un tema tan importante como la alimentación.
Para llevar un estilo de vida más saludable, es importante contar con una dieta bien balanceada; en especial cuando hablamos de personas de edad avanzada, las cuales necesitan llevar una alimentación más variada y rica en nutrientes.
Aunque la persona no esté bajo ningún régimen alimenticio especial, es necesario reducir considerablemente la cantidad de sal que utilizamos al preparar sus comidas. También es buena idea empezar a incluir más vegetales y muchos alimentos ricos en fibra y vitamina D.
6. Ejercicios de bajo impacto
Incluir una rutina de ejercicios de bajo impacto dentro del itinerario que diseñamos para una persona mayor es algo extremadamente importante.
La actividad física es muy beneficiosa, sobre todo para el sistema respiratorio y circulatorio. Además, la mayoría de los ejercicios de bajo impacto ayudan a mejorar la coordinación y fortalecen las articulaciones.
Claramente, los ejercicios incluidos dentro de la rutina deben ser adecuados para las capacidades del adulto mayor. Una caminata corta y algunos ejercicios de estiramiento general son una excelente forma de mantenerse saludable y motivado.
7. Momentos de ocio y socialización
En la actualidad somos mucho más conscientes de que una vida saludable no es solamente comer, dormir y hacer ejercicio. La parte psicológica también tiene un rol importante.
Cuando planificamos un itinerario para una persona mayor, es vital que se dedique una parte importante del tiempo al ocio y las actividades sociales.
Algo muy común entre personas de edad avanzada, es que muchos tienden a pensar que al necesitar de atenciones y cuidados especiales son considerados un estorbo.
Por este motivo es tan importante incluir dentro de la planificación diaria tiempo donde la persona pueda distraerse y compartir con conocidos y el resto de los familiares.
La salud emocional también es importante
Para tener una vida saludable, hay que considerar los aspectos psicológicos y emocionales de cada persona.
Aunque sabemos que envejecer es un proceso natural, siempre resulta impactante ver cómo avanza el deterioro de la edad en nuestro cuerpo.
Cuando tenemos esto presente, resulta más fácil entender la actitud agresiva o reservada de algunos adultos mayores; especialmente con las personas y familiares que se hacen cargo de atenderlos y asistirlos.
Muchos usan esto como un mecanismo de defensa para esconder el miedo que le ocasiona sentir que ya no son útiles; mientras que otros simplemente se sienten frustrados o deprimidos ante el hecho que ya no pueden valerse por sí mismos.
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Así, una parte importante de la tarea de cuidar de una persona mayor es brindarle apoyo emocional.
Esto es algo que los adultos mayores necesitan con mucha más frecuencia de lo parece. Especialmente aquellos que se encuentran confinados en asilos o casas de retiro.
Algo que nunca debemos olvidar de las personas de edad avanzada, es que ellos ansían recuperar un poco de independencia en sus vidas.
Eso es algo en lo que podemos trabajar para crear una relación más respetuosa y armoniosa con quienes están a nuestro cuidado. De aquí la importancia de diseñar un itinerario ajustado a los requerimientos de una persona mayor.
Darles la oportunidad de ejercitarse, distraerse y sobre todo convivir con otras personas, son esas experiencias que terminan por valorar más.
Otro buen consejo es que procure tener un trato un poco más casual con la persona que está cuidando.
Se trata de hacerle entender que aunque cuidar de ellos sea una responsabilidad, les tenemos un gran aprecio y por eso queremos cuidarlos.
Y aunque inevitablemente algunos adultos mayores requieren de cuidados especiales, el servicio que más valoran es contar con la compañía de alguien que les brinde el respeto que se merecen y con quien puedan hablar.
Conclusión
Todos sabemos que es inevitable que nuestro cuerpo se desgaste como producto de los años.
Así, algo curioso de la vejez, es que esta puede ser una época de tristeza o alegría; todo depende del enfoque con que la enfrentemos y el entorno en que la vivamos.
Los adultos mayores han pasado por muchas cosas a lo largo de su vida. Así, lo justo es poder brindarles un poco de tranquilidad y la oportunidad de vivir sus años de la mejor manera.
La vejez es una etapa que la mayoría de nosotros pretendemos vivirla con dignidad y sobre todo, teniendo la oportunidad de tomarnos las cosas con más calma.
Aquí yace la verdadera responsabilidad de quienes se dedican a cuidar y atender a personas mayores: brindar un retiro de buena calidad y que cumpla sus expectativas.
El secreto para ello consiste en poner de nuestra parte para crear una relación con quien cuidamos basada en el respeto y la confianza mutua; y aprender a ser mucho más pacientes y empáticos con ellos.
Como hemos visto aquí, la mejor alternativa en estos casos es diseñar una rutina diaria que esté repleta de muchas actividades que les resultan estimulantes y gratas de realizar.
Cuidar a adultos mayores no siempre es fácil. Cada uno es un individuo totalmente independiente con sus propias necesidades, miedos y preocupaciones particulares.
Por eso antes de concluir es importante resaltar que no existe nada parecido a un método infalible para cuidar a una persona mayor.
La única forma de hacer esto, es tomándonos el tiempo necesario para conocerla y compartir juntos. Así construimos momentos valiosos para ambos, fomentando una relación de retroalimentación que también será muy positiva para nosotros mismos.
