El incidente se debió a la irresponsabilidad del dueño del perro.
Una mujer de 71 años de edad fue atacada por un Pitbull cuando ella realizaba su caminata matutina el fin de semana pasado en compañía de su mascota; en la Colonia Lisboa, San Salvador.
Por consecuente, la mujer de avanzada edad resultó con graves mordeduras en todo su cuerpo. En cuanto a la mascota de ella, el perro que los atacó llamado “Thor”, le “mordió” y le “arrancó” parte de su cola.
“Thor comió parte del hueso de los dedos, tendones de la mano, le clavó los colmillos en la pierna derecha y le quebró el dedo de la mano izquierda a mi madre”, expresó la hija de la victima, Joana Salazar, quien no dudó en denunciar el hecho.
Durante el traslado de la señora hacia un centro asistencial, sus familiares afirmaron que ella perdió el conocimiento y que al llegar al área de emergencias del hospital, médicos la intervinieron rápidamente.
La victima estuvo en una operación que duró mas de 7 horas debido a las graves secuelas. Posteriormente fue hospitalizada por cuatro días y hasta la fecha, se sigue recuperando de aquel ataque.
Joana señala que Luis Rodolfo Alvarado Jiménez, dueño del perro y quien también vive en la misma colonia, soltó al pitbull justo en el momento que su madre se paseaba en la zona; y que durante el ataque, Luis no no hizo nada para intervenir en la agresión.
“Luis NO ha querido entregar cartilla de vacunación del perro. El día del accidente quería HUIR. Gracias a los vecinos que escucharon los gritos de mi mama, no permitieron que Luis Rodolfo saliera de la colonia en su carro”, detalló.
De acuerdo a los vecinos, este es el quinto ataque que el perro realiza en contra de los residentes y que por estas razones, el acusado ya tiene varias denuncias acumuladas en la Policía Nacional Civil (PNC).
La alcaldía de San Salvador escuchó el caso por lo que delegó un equipo de la municipalidad en conjunto de personal del Ministerio de salud hasta la Colonia Lisboa para verificar la tenencia responsable del Pitbull.
Por ello, las autoridades impusieron una esquela, aplicando el art. 95 de la Ordenanza para la Convivencia Ciudadana del municipio de San Salvador.