La Cámara Segunda de lo Penal de San Salvador, exoneró por el delito de lavado de dinero al empresario José Adán Salazar Umaña, conocido como Chepe Diablo y al exalcalde de Metapán, Juan Umaña Samayoa.
Luego de que los abogados interpusieron dos recursos de apelación dicen que no había delito que perseguir. Los magistradas les dieron la razón a los abogados y han exonerado a los imputados.
La Fiscalía General de la República (FGR) los acusó de lavado de dinero utilizando como delito la evasión de impuestos, ilícito que en el año 2014 enfrentaron en los juzgados de paz de San Salvador.
FGR
La Cámara ha dicho que no podían ser procesados porque se convirtió en una doble persecución y no quedaba más que exonerarlos.
El fallo del tribunal superior se da por culminado un largo proceso penal que comenzó el 4 de abril del año 2017 cuando la FGR ordenó que se capturaran a nueve personas a quienes los acuso de pertenecer al Cartel de Texis, siendo los supuestos cabecillas, José Adán Salazar Umaña y el exalcalde de Metapán Juan Umaña Samayoa.
La Policía Nacional Civil (PNC) solo capturó a Chepe Diablo, Romelia Guerra, Sara Paz Martínez y Susana Nohemy Martínez.
Además el 23 de febrero de 2021, José Adán Salazar Martínez, hijo de Chepe Diablo, se presentó al Juzgado Cuarto de Instrucción para someterse al proceso luego de escapar casi por cuatro años. Wilfredo Guerra, Tránsito Ruth Mira de Guerra y Miriam Haydee Salazar de Umaña; hijo, nuera y esposa del exalcalde de Metapán, siguen huyendo.
Los fiscales especializados en investigación de lavado de dinero remitieron a los acusados al Juzgado Cuarto de Paz de San Salvador, afirmaron que habían terminado de desarticular el denominado Cartel de Texis.
En Santa Ana y Ahuachapán fueron detenidos varios narcotraficantes que ya están condenados, entre ellos Roberto Antonio Herrera Hernández, apodado el «Burro».
El Cartel de Texis, según las declaraciones que investigadores han dado como testigos en los tribunales, se infiltró en instituciones como la Policía Nacional Civil (PNC) durante los gobiernos de ARENA, altos jefes policiales aparecieron salpicados, pero nunca fueron procesados. Políticos y funcionarios del Órgano Judicial también estaban en la lista de colaboradores de la organización.
Los testigos dijeron en el juicio que “Chepe Diablo” siempre fue perfilado como el jefe del Cartel de Texis y además hizo negocios con políticos entre ellos el exvicepresidente de la República y actual secretario general del FMLN, Óscar Ortiz.
La FGR por medio de análisis financieros contables ventilados por peritos determinaron que los cinco enjuiciados y los otros cuatro imputados, entre ellos tres prófugos; supuestamente lavaron $132 millones.
Esa cantidad se extrae de la movilización de $508 millones que entre los años 2003 al 2015 los nueve imputados hicieron a través de las sociedades Hotesa S.A de C.V. y Agroindustria GUMARSAL S.A de C.V., para los fiscales, esos millones de dólares que transitaron por el sistema financiero no es más que un incremento patrimonial no justificado.
En el análisis del Ministerio Público, cuando no declararon al fisco los $508 millones le causaron al Estado salvadoreño un perjuicio económico de $132 millones de ahí que esta cantidad evadida se convirtió en el conocido como delito precedente de lavado de dinero.
Además los peritos mostraron a los jueces y explicaron que Chepe Diablo, el exalcalde de Metapán y las otras tres procesadas supuestamente lavaron $103 millones.
En el caso de José Adán Salazar Martínez, hijo de Chepe Diablo; Wilfredo Guerra, Tránsito Ruth Mira de Guerra y Miriam Haydee Salazar de Umaña; hijo, nuera y esposa del exalcalde de Metapán, habrían blanqueado $29 millones.