En la mayoría de las administraciones anteriores de la Alcaldía de San Salvador, el descontrol y la falta de ordenamiento territorial ha sido una de las grandes deudas con la población, uno de los rubros más afectados por esta falta de control, es la publicidad exterior en el municipio. Las irregularidades en la publicidad exterior, que en su mayoría han sido generadas por los “compadrismos” con los funcionarios en turno, ha dado como resultado una selva publicitaria que parece imposible de resolver.
LA ORDENANZA REGULADORA DE ELEMENTOS PUBLICITARIOS DEL MUNICIPIO DE SAN SALVADOR establece los procesos y regulaciones para la instalación y permanencia de la publicidad exterior, sin embargo, ya es una fantasía pretender usar esta ordenanza como instrumento de orden, la situación real existente del municipio la vuelve inoperante.
El último de los proyectos que se propago más rápido que la plaga de moscas en Egipto, es el proyecto de NOMENCLATURA. El anterior edil creo una supuesta “licitación” que no reunía las condiciones reguladas para que fuese considerada una licitación. Es así, que con fecha 12 de junio 2019, la comuna realizó una publicación en el Diario EL Mundo donde la Gerencia de Catastro hace del conocimiento que se estaba preparando el desarrollo un proyecto denominado NOMENCLATURA URBANA MUNICIPIO DE SAN SALVADOR y se invita a competir a todas las empresas del rubro.
Sin embargo, de forma inesperada, aún cuando no se habían emitido públicamente los resultados de las empresas ganadoras de dicha “competencia”, en ese mismo año, una de las empresas participantes muy cercana al edil, comenzó a realizar la instalación de la nomenclatura en las principales calles y avenidas del municipio amparado en una ilegal “orden de inicio” que emitió el entonces gerente de Catastro.
La orden de inicio es ilegal, debido a que la Ordenanza de San Salvador art. 31 establece que este tipo de proyectos únicamente puede ser autorizado por el Concejo de San Salvador y no por el Gerente de Catastro y, por otra parte, igualmente ilegal, es que previo a la instalación de cualquier tipo de publicidad la Ordenanza exige el pago de la tasa por instalación, sin embargo, este pago no le fue exigido a esta empresa antes que realizara la instalación de la publicidad.
Con la intención de conocer mas del asunto, Ernesto Alas ingresó petición de acceso a la informacion con numero de Ref. 55-UAIP-2020, donde en forma sorpresiva se resuelve que “dicho proyecto había sido clasificado en Reserva”. Por lo que se procedió a realizar la debida apelación en el Instituto de Acceso a la Informacion Publica, quien resolvió dando ha lugar la petición y ordenó a la municipalidad entregar el expediente. Fue así, que aparece un acta emitida el 28 de enero del 2021 con referencia Ref. GC- 051-012021 donde se declara DESIERTO el proyecto, sin embargo, las estructuras publicitarias de las más de 300 nomenclaturas siguen instaladas desde hace más de dos años y se siguen comercializando los espacios publicitarios sin pagar los debidos tributos. La pregunta es ¿Qué hará el nuevo edil al respecto?