El covid-19 ha dado un espacio para que los estudiantes pongan a prueba sus valores en el ambiente educativo.
Maity Gálvez, psicóloga clínica con maestría en psicología y asesoramiento educativo familiar, hace énfasis en que esta pandemia ha cambiado todo y la educación no es la excepción y toda la comunidad educativa se adaptó a una nueva modalidad en la que no se ven únicamente los retos académicos sino también la formación en valores que se da desde casa y en las mismas instituciones.
“La virtualidad nos presenta retos y facilidades”, agrega Gálvez. Es aquí, en este ambiente digital donde tiene más peso toda la educación que se ha aprendido porque los alumnos tienen la necesidad actuar y responder a los valores que tengan al estar en distancia y con menos supervisión. Sin duda, el ejemplo y orientación de los padres y adultos en casa es indispensable en esta formación.
La profesional insiste en que es necesario cambiar el pensamiento y dejar de enfocar la educación en un punteo o ganar una clase y orientar al estudiante a comprender que lo que hace en el colegio o escuela es formarse para la vida. De esta manera se hace más fácil que vea y aproveche los recursos que se le dan.
“La educación es esa semilla que va dando fruto año con año y es más sencillo que el alumno entienda que al hacer trampa y no cumplir con la evaluación el único afectado es él y el daño es para su propia formación, así como las consecuencias que tendrá”, agrega Gálvez.
Esto llevará a tomar decisiones sobre como mejorar métodos de estudio y modificar su ritmo de trabajo, o bien buscar otras soluciones juntos.
La profesional aclara que en los más pequeños es un momento oportuno para fomentar valores hablarles al respecto. Con ellos recursos como películas, cuentos y juegos ayudan a fortalecer la idea.
En otros grados más adelante el tema es más complejo. Si los adultos los sorprenden actuando en manera incorrecta, Gálvez recomienda hablar con ellos y conversar sobre el por qué está tomando estas decisiones, quizá sus hábitos de estudio no son adecuados o tiene la presión de aprobar con una buena nota.
Este es un tema que incluso ha llamado la atención en la educación superior. La Universidad de Chile, por ejemplo, publicó un artículo en el que sugiere centrar las evaluaciones en procesos cognitivos superiores como análisis, aplicación y creación. Además, fomentar evaluaciones de productos o proyectos para el aprendizaje más profundo y no limitarse en una nota numérica.
Los expertos también reflexionan sobre si la pandemia está dando la oportunidad del cambio en el aprendizaje y hacer las clases cada vez más prácticas y didácticas.
Una metodología original
Jacqueline Wurmser, creadora de Logoaprendizaje y Método de Gota, comparte que este año ha sido una época difícil porque aunque la educación en línea tiene beneficios, también en línea hay más facilidad par copiarse o hacer consultas cuando se está pasando por una evaluación y por ello es importante fomentar y ofrecer una carga fuerte de educación en valores y que los estudiantes tengan la fuerza de voluntad de hacer las cosas correctas.
Wurmser propone con su metodología que se apliquen ciertos ejercicios y trabajos que fomenten llevar a los estudiantes por un camino de autorreflexión y aprendizaje más consciente que le hace ver qué valores está practicando.
“El método Gota presenta al alumno una guía de trabajo que le permite ser consciente de la riqueza de su aprendizaje tridimensional que abarca: conocimientos, desarrollo del pensamiento y valores, necesarios para la realización de su proyecto personal de vida”, explica Wurmser.
