Sacerdote renuncia tras revelarse que usaba Grindr y frecuentaba bares gay

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Mientras el sacerdote lideraba grupos anti-LGBT, en secreto habría frecuentado bares gay y usaba la app Grindr.

Un sacerdote de muy alto rango en Estados Unidos presentó su renuncia al Episcopado tras revelarse que regularmente usaba la aplicación de citas Grindr, y que asistía a bares de la comunidad gay, mientras que al mismo tiempo dirigía grupos anti-LGBT. 

De acuerdo con AP y el diario The Washington Post, Monseñor Jeffrey Burrill, principal administrador de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, renunció después de que un sitio de medios católicos reveló que tuvieron acceso a datos de su teléfono celular que habrían demostrado que era usuario de la app Grindr, y frecuentaba bares gay

Monseñor Jeffrey Burrill, un sacerdote de Wisconsin, fue secretario general de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), trabajó para la USCCB desde 2016 y fue elegido secretario general el año pasado. 

Dirigía grupos ANTI-LGBT, pero usaba apps LGBT

La USCCB es una organización católica formada por miembros de la jerarquía de la Iglesia y se opone a la igualdad LGBTQ. De acuerdo con organizaciones de la comunidad, la Conferencia ha trabajado en contra del desarrollo de una línea directa de apoyo contra el suicidio LGBTQ, intentaron evitar que las parejas del mismo sexo adoptaran niños, criticaron repetidamente al presidente Joe Biden por apoyar los derechos LGBTQ y apoyaron abiertamente la legislación anti-trans este año. 

Al frente de la USCCB estaba Monseñor Burrill, hasta que el sitio web The Pillar obtuvo datos de Grindr que mostraban que el clérigo usaba frecuentemente la aplicación de citas para la comunidad LGBT. 

Al frente de la USCCB estaba Monseñor Burrill, hasta que el sitio web The Pillar obtuvo datos de Grindr que mostraban que el clérigo usaba frecuentemente la aplicación de citas para la comunidad LGBT. 

The Pillar señaló que obtuvo los datos de manera legal mediante un proveedor que vendía datos anónimos al que Grindr vendió de acuerdo con sus términos de servicio. Los datos no incluyen nombres o imágenes de usuarios, pero Grindr asigna un número único a cada teléfono y rastrea los datos de ubicación con marca de tiempo en función de las señales de GPS. 

El medio católico identificó que un teléfono estaba usando Grindr desde la residencia del personal de la USCCB en Wisconsin de 2018 a 2020. Rastrearon ese teléfono hasta la casa del lago familiar de Burrill, también a las casas de los miembros de su familia y un apartamento en su ciudad natal donde figura como un residente. 

Lo habrían cacharon hasta en baños y bares gay

El supuesto teléfono de Burrill también envió una señal de GPS desde el interior de una casa de baños gay de Las Vegas, así como de otras casas de baños en ciudades a las que viajó por su trabajo. 

La historia generó más preguntas y dudas sobre la privacidad de datos en redes sociales. 

La portavoz de la USCCB, Chieko Noguchi, dijo a The Washington Post el martes que fue la decisión de Burrill de renunciar, y se produjo después de que las acusaciones de su “comportamiento indebido” fueran presentadas a la USCCB por The Pillar. 

La Conferencia toma en serio todas las acusaciones de mala conducta y tomará todas las medidas necesarias para abordarlas”, dijo el arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, presidente de la USCCB.

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