China se enfrenta a crecientes críticas de todo el mundo por el trato que da a la población uigur, en su mayoría musulmana, en la región noroccidental de Xinjiang.
Los grupos de derechos humanos creen que China ha detenido a más de un millón de uigures en los últimos años en lo que el estado define como “campos de reeducación”.
Hay pruebas de que los uigures se utilizan como trabajo forzoso y de mujeres que son esterilizadas por la fuerza.
EE.UU. ha acusado a China de cometer genocidio y crímenes contra la humanidad a través de la represión de los uigures.
¿Quiénes son los uigures?
Hay alrededor de 12 millones de uigures, en su mayoría musulmanes, que viven en el noroeste de China en la región de Xinjiang, oficialmente conocida como la Región Autónoma Uigur de Xinjiang (XUAR).
Los uigures hablan su propio idioma, similar al turco, y se ven a sí mismos como cultural y étnicamente cercanos a las naciones de Asia Central.
Constituyen menos de la mitad de la población de Xinjiang.
En las últimas décadas, ha habido una migración masiva de chinos han (la mayoría étnica de China) a Xinjiang, y los uigures sienten que su cultura y sus medios de vida están amenazados.
¿Dónde está Xinjiang?
Xinjiang se encuentra en el noroeste de China y es la región más grande del país.
Al igual que el Tíbet, es autónomo, lo que significa, en teoría, que tiene algunos poderes de autogobierno. Pero en la práctica, ambos enfrentan importantes restricciones por parte del gobierno central.
Es una región mayoritariamente desértica, que produce alrededor de una quinta parte del algodón del mundo.
También es rica en petróleo y gas natural y, debido a su proximidad con Asia Central y Europa, Beijing la considera un importante vínculo comercial.
A principios del siglo XX, los uigures declararon brevemente su independencia, pero la región quedó bajo el control total del nuevo gobierno comunista de China continental en 1949.
¿Cuáles son las acusaciones contra China?
Estados Unidos ha acusado a China de cometer genocidio contra los uigures. Según la convención internacional, el genocidio es la “intención de destruir, total o parcialmente, un grupo nacional, étnico, racial o religioso”.
Se desprende de informes de que, además de internar a los uigures en campamentos, China ha estado esterilizando en masa por la fuerza a mujeres uigures para reprimir a la población y separando a los niños uigures de sus familias.
En su último día en el cargo bajo la administración Trump, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, dijo: “Creo que este genocidio está en curso y que estamos siendo testigos del intento sistemático de destruir a los uigures por parte del partido-estado chino”.
Un comité de derechos humanos de la ONU en 2018 dijo que tenía informes creíbles de que los chinos estaban reteniendo hasta un millón de personas en “centros contra el extremismo” en Xinjiang.
El Instituto Australiano de Política Estratégica encontró evidencia en 2020 de más de 380 de estos “campos de reeducación” en Xinjiang, un aumento del 40% en estimaciones anteriores.
Anteriormente, documentos filtrados conocidos como Cables de China dejaron en claro que los campos estaban destinados a funcionar como prisiones de alta seguridad, con estricta disciplina y castigos.
Las personas que han logrado escapar de los campos han denunciado tortura física, mental y sexual; las mujeres han hablado de violaciones masivas y abusos sexuales.
En diciembre de 2020, una investigación vista por la BBC mostró que hasta medio millón de personas se veían obligadas a recolectar algodón. Hay pruebas de que se han construido nuevas fábricas dentro de los terrenos de los campos de reeducación.
¿Cuál fue la preparación para la represión?
El sentimiento separatista y anti-Han aumentó en Xinjiang desde la década de 1990, estallando en violencia en ocasiones. En 2009, unas 200 personas murieron en enfrentamientos en Xinjiang, que los chinos culparon a los uigures que quieren su propio estado. Pero en los últimos años, una masiva represión de seguridad ha aplastado la disidencia.
Xinjiang ahora está cubierta por una red de vigilancia generalizada, que incluye policías, puestos de control y cámaras que escanean todo, desde matrículas hasta rostros individuales. Según Human Rights Watch, la policía también está usando una aplicación móvil para monitorear el comportamiento de las personas, como cuánta electricidad están usando y con qué frecuencia usan la puerta de su casa.
Desde 2017, cuando el presidente Xi Jinping emitió una orden diciendo que todas las religiones en China deberían tener una orientación china, ha habido más represiones. Los activistas dicen que China está tratando de erradicar la cultura uigur.
¿Qué dice China?
China ha dicho que los informes de que ha detenido a uigures son completamente falsos.
Dice que la represión es necesaria para prevenir el terrorismo y erradicar el extremismo islamista y que los campos son una herramienta eficaz para reeducar a los reclusos en su lucha contra el terrorismo.
Insiste en que los militantes uigures están librando una violenta campaña por un estado independiente planeando bombardeos, sabotajes y disturbios cívicos, pero se le acusa de exagerar la amenaza para justificar la represión de los uigures.
China ha rechazado las afirmaciones de que está tratando de reducir la población uigur a través de esterilizaciones masivas como “infundadas”, y dice que las acusaciones de trabajo forzoso son “completamente inventadas”.