En el cierre de su visita a Bélgica, el papa Francisco hizo un fuerte llamado este domingo desde Bruselas, instando a no encubrir los casos de violencia sexual en el ámbito de la Iglesia.

Durante una misa ante 40,000 fieles en el estadio Rey Balduino, el pontífice subrayó la importancia de condenar los abusos. “No hay lugar para el abuso. No hay lugar para el encubrimiento del abuso”, enfatizó.

El pontífice también mencionó el encuentro privado que sostuvo el viernes con 17 víctimas de agresiones sexuales dentro de la Iglesia belga, donde expresó su profunda empatía con su sufrimiento.

En su homilía, insistió en que “el mal debe ser puesto al descubierto” y que todos los abusadores, sean laicos o clérigos, deben ser juzgados sin excepción.

Los escándalos de abusos sexuales han sido un tema central durante la visita del papa a Bélgica, generando fuertes cuestionamientos de religiosos y estudiantes de la Universidad Católica de Lovaina sobre la postura de la Iglesia respecto a las víctimas.