INMOVILIZADA, PERO VIVA Y CON ESENCIA DE MUJER.
(En el “Día Internacional de la Persona con Discapacidad)
Por
Julio Rodríguez
Periodista
Cuando llegó a su vida se la cambió para siempre, no preguntó si quería su compañía, simplemente llegó y se quedó. Ella era una pequeña Dama de 7 meses de nacida, la otra era mucho mayor. Lo único que Karen tendría de diferente por ese temprano golpe de la vida sería su manera de movilizarse, lo demás fue una historia como la de cualquier persona que quiere salir adelante. La poliomielitis había definido ese estado, pero no su esencia de mujer.
Pese a vivir esforzándose, no era raro que cada cierto tiempo se deprimiera, pero siempre se replanteaba. La muerte de un excepcional hombre en su vida casi la fulminó. Su padre fue directamente a luchar por ella a la trinchera celestial. Karen sintió casi morir.
Tiempo después una gran felicidad crecía en su vientre y eso cambió para siempre su vida y la de muchos que critican o ven a las personas con discapacidad como seres humanos dignos de lastima o inválidos para desarrollarse fisca o profesionalmente.
Imagine una madre que no puede correr con su hija, pero la tiene en sus brazos, le cocina, ayuda a sus tareas escolares y haciendo muchas otras actividades desde una silla de ruedas o en el suelo, eso es ella y su premio un matinal “te amo mami” de su tierna hija.
Karen es traductora (https://www.facebook.com/KGTranslations7/) eso genera sus ingresos para criar a su hija, sonríe, ama, tiene una envidiable voz y ha logrado sortear los obstáculos de una vida que ha sido organizada para negarle las oportunidades a personas como ella.
Su fe está cimentada en Jesucristo que le ha dicho levántate y anda, y aunque ella no lo hace con las piernas, recibe el milagro con su vientre creador, su amor de madre, el ejercicio de su profesión y una sonrisa franca y sincera, que expresa que hay más alegría por vivir que tristezas por lamentar.
¿Qué te convierte en persona con discapacidad? Para algunos es físico e intelectual; pero otros enfrentamos la discapacidad de la actitud frente a los problemas cotidianos a los que les hemos restado fe y proactividad para enfrentarlos. Jesús nos dice levanta tu lecho y anda, es cuestión de decidir seguir, aunque todo parezca que está perdido.
Feliz miércoles. Abrazos.