En un encuentro en el Pentágono este viernes, los jefes de Defensa de Estados Unidos e Israel, Pete Hegseth e Israel Katz, reafirmaron la solidez de la alianza militar entre ambos países y celebraron lo que consideran un éxito conjunto en las recientes operaciones contra Irán.

Ambos funcionarios destacaron el impacto de los ataques lanzados en junio contra instalaciones nucleares y militares iraníes, acciones que —según sus declaraciones— han alterado de forma significativa el equilibrio estratégico en la región.

Hegseth felicitó a Katz por la operación israelí “León Ascendente”, llevada a cabo el 13 de junio, y la calificó como un punto de inflexión regional. “Ha cambiado la región y el mundo”, aseguró, al tiempo que elogió a Israel como un “aliado modelo” por su capacidad de respuesta frente a amenazas compartidas.

Por su parte, Katz expresó su admiración por la ofensiva estadounidense denominada “Martillo de Medianoche”, lanzada una semana después sobre tres centros de procesamiento de uranio en Irán. Aunque el Gobierno estadounidense sostiene que la operación “borró” dichas instalaciones, organismos como el OIEA no han podido confirmar daños estructurales significativos al programa nuclear iraní.

“Juntos hemos destruido el programa nuclear iraní; se lo digo a todo el mundo”, afirmó Katz, con contundencia, ante los medios presentes. Además, subrayó el objetivo compartido de impedir que Irán avance en la fabricación de misiles y armas atómicas.

La visita del ministro israelí coincide con un momento crítico en Oriente Medio, marcado por las conversaciones para lograr un alto el fuego de 60 días entre Israel y Hamás. En este contexto, Washington juega un rol clave en facilitar acuerdos, incluyendo la posible liberación de rehenes y el eventual traslado de civiles palestinos fuera de Gaza, una propuesta que sigue generando controversia.

De forma paralela, medios como Axios revelaron que el director del Mossad, David Barnea, también visitó Washington esta semana para reunirse con funcionarios estadounidenses. El objetivo: sumar apoyos a la estrategia israelí en la región y coordinar futuras acciones.

Hegseth cerró la reunión con un mensaje que mezcla firmeza y diplomacia: “Estamos del lado de Israel y comprometidos con su derecho a defenderse. Estas operaciones abren una oportunidad para la paz, si Irán decide aprovecharla”.