El primer ministro de Canadá, Mark Carney, solicitó a la gobernadora general Mary Simon la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas para el próximo 28 de abril, adelantando seis meses la fecha prevista originalmente.

Carney asumió el cargo el pasado 14 de marzo, tras la dimisión de Justin Trudeau, y ha decidido anticipar los comicios en un contexto en el que las encuestas favorecen al gobernante Partido Liberal (PL), que busca una cuarta victoria consecutiva desde 2015.

Según el análisis más reciente de la radiotelevisión pública CBC, los liberales obtendrían un 37.5 % de los votos, lo que se traduciría en 174 escaños de los 338 en la Cámara de los Comunes, alcanzando así la mayoría parlamentaria.

Por su parte, el Partido Conservador (PC), encabezado por Pierre Poilievre, obtendría un 37.1 % y 134 escaños, seguido por el Bloque Quebequés (BQ) con 26, el Nuevo Partido Democrático (NPD) con 7 y el Partido Verde con 2.

Uno de los ejes de la campaña será la tensión con EE. UU., tras las amenazas del presidente Trump, quien ha impuesto aranceles a Canadá e insinuado su anexión como el estado 51 de Estados Unidos.

Carney calificó la situación como una “crisis sin precedentes”, al referirse a las declaraciones de Trump. “Estamos encarando la crisis más significante de nuestra vida por las injustificadas acciones comerciales del presidente Trump y sus amenazas a nuestra soberanía”, expresó el primer ministro.

“El presidente Trump proclama que Canadá no es un país real. Quiere rompernos para que EE. UU. pueda ser dueño. No vamos a dejar que eso pase”, agregó.

Ante este escenario, Carney pidió al electorado “un fuerte mandato” para afrontar los desafíos externos y proteger la unidad nacional.