El movimiento feminista avanza con fuerza ante la desidia del Estado y una prueba de ello es “La canción sin miedo” de la cantautora mexicana Vivir Quintana que se ha convertido a partir del 8M de este año en himno para la lucha de la erradicación de la violencia machista en México.
México arrojó en 2019, un nuevo récord: 10 mujeres asesinadas al día, según un informe del Inegi, el Instituto Nacional de Estadística mexicano. La mayoría de las víctimas son mayores de edad, si bien crece el número de niñas y adolescentes.
Tan sólo en diciembre de 2019 se recibieron más de 21.500 llamadas de emergencia relacionadas con incidentes de violencia contra la mujer
El caso de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, es tristemente conocido por los asesinatos y las desapariciones de mujeres, entre ellas menores.
Sonia López, tía de Fátima -la niña de 7 años que se convirtió en una de las últimas víctimas de feminicidio en México- gritó estas palabras poco después de saber que su sobrina fuera torturada y asesinada.
“A Fátima no la vamos a olvidar, Fátima tiene que ser un nombre que recuerde que vivimos en un país de desaparecidos, de desigualdad, de gente que no le importa que sea una más”.
La brutalidad de su muerte y la “cadena de errores” de las distintas instituciones que llevaron su caso y que aún se investigan causaron una enorme indignación y convirtieron a Fátima en otro de los rostros de una lacra que continúa desangrando a México, en el que cada día asesinan a 3 niños y otros 7 desaparecen a causa de una violencia que va en aumento y que las autoridades no detienen.
Otro de los nombres víctima de la violencia machista fue el de Ingrid Escamilla pues el crimen perpetrado por la pareja de la joven, generó una inusitada ola de indignación que salpicó incluso al gobierno de AMLO en el que aún se investiga si fueron agentes quienes filtraron las fotos de su cadáver que sirvieron de portada de varios tabloides mexicanos en las que se apreciaba el cuerpo desmembrado de Escamilla, acompañado de titulares sensacionalistas como: «la culpa la tuvo Cupido».
Aunque el Presidente de Mexíco Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prometió combatirlo “con toda la fuerza que tiene el gobierno”, la tía de Fátima dio voz con su improvisado testimonio a la creencia de buena parte de los mexicanos: que los crímenes de mujeres y niñas no se investigan lo suficiente y sus nombres acaban quedando en el olvido para las autoridades.
Según el fiscal general de México, Alejandro Gertz, el número de feminicidios ha aumentado un 137% en los últimos cinco años, mientras que los homicidios incrementaron un 35% durante el mismo periodo de tiempo. Además en un elevado número de casos los asesinos salen indemnes.
La rabia ha crecido con más ahínco que los discursos de la clase política y las medidas para combatir al machismo. Y, estos días, el movimiento se encuentra más fuerte que nunca.
Elena Azaola, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), apunta a que “el presidente simplemente reprocha y no quiere que esto suceda, pero no articula un programa o política concreta”.
Roxana Aguilar, representante de la Oficina de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y las Drogas, especialista en feminicidio, advirtió ante diputados que en 2017 México ocupó el segundo lugar en feminicidios en una relación de 24 naciones, tan solo debajo de Brasil; sin embargo, en 2019 ocupó el primer lugar.