El primer ministro japonés, Fumio Kishida, despidió a uno de sus secretarios el sábado por comentarios homofóbicos que el primer ministro calificó de “escandalosos”.
Kishida dijo que los comentarios de Masayoshi Arai, en los que dijo que “ni siquiera quiere mirar” a las parejas casadas del mismo sexo, eran “escandalosos” e “incompatibles” con una sociedad inclusiva a la que apunta el gobierno.
“Tomé la decisión de relevarlo de su puesto como secretario”, dijo Kishida a los periodistas.
El viernes, Arai dijo que “no le gustaría que vivieran al lado” y que la gente “abandonaría el país si permitiéramos el matrimonio entre personas del mismo sexo”, según la emisora pública NHK.
El hombre de 55 años se disculpó más tarde y dijo que sus comentarios no eran apropiados, incluso si eran su opinión personal.
El despido es un nuevo golpe para el gobierno de Kishida, que se ha enfrentado a una caída en los índices de aprobación desde el año pasado.
Kishida ha perdido a cuatro ministros en solo tres meses por denuncias de irregularidades financieras o vínculos con la controvertida Iglesia de la Unificación.
Japón es la única nación en el Grupo de los Siete países industrializados que no reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo, aunque encuestas recientes en los medios muestran que la mayoría apoya tales uniones.
Esta semana, el primer ministro dijo al parlamento que el matrimonio entre personas del mismo sexo “afectaría a la sociedad” y que, por lo tanto, los legisladores debían ser “extremadamente cuidadosos al considerar el asunto”.
Más de una docena de parejas han presentado demandas en los tribunales de distrito de todo Japón argumentando que la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo viola la constitución.
En noviembre, un tribunal de Tokio dijo que el hecho de que el país no protegiera legalmente a las parejas del mismo sexo creaba una “situación inconstitucional”, al tiempo que dictaminó que la definición constitucional de matrimonio era legal.