La idea de la higiene personal viene acompañada con tener que ducharse a diario, lavarse los dientes, vestir ropa limpia, etc. Aunque ahora se asume como normal la rutina de higiene, esto no siempre fue así porque hábito de lavarnos regularmente con agua empezó a instaurarse a finales del siglo XVIII.
Ahora bien, Robert Shmerling, doctor de la Universidad de Harvard y editor de Harvard Health Publishing, lideró recientemente una reciente investigación que pone en duda qué tan beneficioso resulta ducharse a diario. Por lo general, ducharse a diario responde más a normas sociales, eliminar olores corporales, etc.
Shmerling sostiene que el problema radica en los champús, geles y el resto de los productos que se emplean durante la ducha. Y es que, según afirman, su uso excesivo no sólo puede generar irritación y comezón, sino también infecciones o reacciones alérgicas en la piel.
Con la investigación, el doctor no busca promover el descuido de la higiene personal, porque en ella también se enumeran los efectos negativos de no ducharse, entre los que destacan la acumulación de suciedad, grasa, sequedad y picazón.
De acuerdo al estudio, no se establece un número concreto de veces para ducharse, pero en la mayoría de las personas sería más que suficiente cuatro veces a la semana. La investigación enfatizó que, en todo caso, las duchas deben ser con agua tibia, no durar más de tres minutos y la limpieza debe centrarse en la ingle y en las axilas.
Sin embargo, si la persona se encuentra sucia o sudorosa, la recomendación es ducharse nada más sentir que existe un olor corporal más fuerte. En este sentido, se prioriza nuestra higiene y el estar a gusto y cómodos.
