Familiares de los 10 mineros atrapados en una mina de carbón en Coahuila, México, aceptaron este lunes el final de la operación de rescate, de acuerdo con medio mexicanos.
En virtud al acuerdo, se levantaría una capilla en memoria de los trabajadores en el lugar del accidente, tras casi cuatro semanas de intentos frustrados de llegar hasta ellos y sacarlos con vida.
Al menos seis de las viudas están de acuerdo en frenar el rescate, según dijo en entrevista con El Financiero Magdalena Montelongo, hermana de Jaime Montelongo, uno de los mineros desaparecidos.
“El resto de esposas y otros familiares directos queremos que siga el rescate. Uno se siente atada de manos, según que las están forzando para que acepten la indemnización, pero no pueden hacer eso”, denunció Montelongo.
Las autoridades mexicanas concluyeron la semana pasada que todo el interior de la mina de El Pinabete se había llenado de agua y que el nuevo plan de rescate llevaría meses, por lo que las probabilidades de encontrarlos con vida eran prácticamente nulas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, informó el domingo de que las autoridades federales habían llegado a un acuerdo con los familiares para que aceptaran el nuevo plan, que preveía un plazo de seis a 11 meses para rescatar a los mineros.
“Mandamos a consultar con los familiares”, dijo López Obrador, “se pusieron muy tristes, es una situación muy difícil, mucho muy difícil. Estaban muy alterados, no querían nada. Y ya han aceptado”.
Familiares señalaron en una entrevista con el diario Reforma que la jefa de Protección Civil, Laura Velázquez, habló con ellos la noche del domingo y los convenció de dejar sus cuerpos bajo tierra.
“Aceptaron las viudas que se va a hacer un novenario y que ya se va a parar todo”, contó Juanita Tijerina Amaya, hermana de Hugo Tijerina, uno de los mineros que desapareció tras la inundación.
“Ya se va a parar todo, ya no va a haber bombeo, ya no va a haber nada”, dijo, “gracias a la señora que presionó a las viudas para que decidieran, en menos de una hora, qué era lo que iban a querer”.
Tijerina denunció que las autoridades no les permitieron a otros familiares como las hijas y los padres participaron en la reunión, a la que solo pudieron acudir las esposas de los trabajadores. El sábado habrá otra reunión oficial donde se espera que las viudas firmen el acuerdo para dar por concluida la misión de rescate.
En virtud a este acuerdo, además de una indemnización, el terreno donde se ubican los cuatro pozos interconectados de la mina serían donados a las familias para construir una capilla.
“Yo quiero que el presidente nos dé la cara, que venga, porque él nos dijo que él nos iba a apoyar para sacar los cuerpos y ahora se para todo”, lamentó Tijerina