con esa extraña y tenebrosa confesión, un hombre se entregó a la Policía de Estcourt, al noreste de Durban, Sudáfrica. Aquella persona estaba confesando que había estado comiendo carne humana en los últimos años.
Claro que la confesión dejó boquiabiertos a los agentes, pero lo que de verdad impresionó fue que el hombre llevaba consigo una pierna y una mano que pertenecían a un cadáver en estado de descomposición. Llevar esos miembros era la prueba que el hombre decidió exponer para que le creyeran.
Aunque había causado una gran impresión, los oficiales de inmediato lo rodearon y le ordenaron que los llevara a su casa en Rensburgdrift. Al llegar, la policía se encontró con un olor sumamente desagradable, algo que sólo significaba una cosa: más restos humanos.
Horrorizados, los oficiales decidieron entrar para ver qué pasaba y se encontraron con que al interior no sólo había muertos, también había otros tres hombres, entre ellos un curandero, que participaban en una especie de rito alimenticio.
El portavoz de la policía, el coronel Thembeka Mbhele, aseguró a medios locales que los hombres habían matado, violado, cortado y comido a una mujer que se encontraba dentro del inmueble.
Los cuatro hombres, Nino Mbatha, Sthembiso Sithole, Lindokuhle Masondo y Lungisani Magubane, fueron detenidos ese mismo día y este lunes comparecieron en la Corte de Magistrados de Estcourt por cargos de asesinato y conspiración.
Al juicio acudieron cientos de indignados que estaban armados con la esperanza de ver a los cuatro hombres. Con la policía vigilando la entrada a la corte, los residentes fueron advertidos de quedarse atrás cuando los hombres fueron metidos en una camioneta de la policía después de su aparición en la corte.
Los policías sospechan que los hombres no sólo asesinaban y devoraban a sus víctimas, creen que también estuvieron involucrados en la profanación de tumbas en el cementerio local.
Aunque para muchos lugares esto sería un delito muy grave, en Sudáfrica el canibalismo no es considerado un crimen. Por esto los cuatro hombres se presentarán ante la corte la próxima semana, donde pedirán libertad bajo fianza y así sólo ser acusados de tener restos humanos sin permiso.