Una situación muy preocupante se ha presentado en Denver, Colorado, donde una cafetería está siendo hostigada y denunciada por movimientos de izquierda y activistas LGBT.
Debido a su postura sobre la homosexualidad, The Drip Café de Denver ha provocado la ira de los manifestantes. The Drip Café es un ministerio de cafetería de propiedad cristiana.
El 2 de junio, Drip Café abrió formalmente sus puertas en 869 Santa Fe Drive, donde Joe Maxx Coffee había residido anteriormente. Los acosadores realizaron su primera protesta durante el First Friday Art Walk de ese mes, un evento muy concurrido que atrae regularmente a miles de personas y, desde entonces, han realizado protestas con regularidad.
Los partidarios LGBTQ+ se reúnen afuera del Drip Café, y protestan por lo que llaman la postura “anti-gay” de la cafetería. Acosan a clientes y llevan pancartas con mensajes realmente ofensivos.
![](https://i0.wp.com/elurbano.news/wp-content/uploads/2023/08/64cb84d94ca38_cafedenverW.jpg?resize=300%2C154&ssl=1)
El dueño de la cafetería, Jamie Sánchez, cree que la información en el sitio web de Recycle God’s Love, una organización sin fines de lucro que ayuda a la población sin hogar de la zona (incluidos miembros de la comunidad LGBT), es la culpable de las acciones de los manifestantes.
En concreto, en la web mencionan que el “estilo de vida homosexual es contrario a la Palabra de Dios y al propósito para la humanidad y es pecado”. A esto añaden que “esta organización ama a aquellos que viven tales estilos de vida” y “creemos que mostrar odio hacia las personas en estas comunidades no es la forma en que Jesús respondería. Por lo tanto, aunque no estemos de acuerdo con este estilo de vida, debemos mostrar amor”.
“Nuestro objetivo es expulsarlos”, dijo el manifestante pro LGBT Tyler Schillings, de 34 años. “Queremos que su negocio no exista, porque si tienen éxito, esto se extendería a otros lugares”.
Según Chelsea Jacobs, manifestante que ha estado trabajando más de tres años con los grupos de izquierdas de Denver que apoyan estas manifestaciones, se trata de toda una campaña contra este café porque a su juicio “es intolerante, disfrazado como una organización benéfica de caridad. Es un café con fines de lucro, una fachada para una iglesia de derechas que está en contra de la comunidad queer”.