Hollywood apuesta por la nostalgia y los remakes para conquistar la taquilla

La temporada de verano en Hollywood estuvo marcada por remakes, secuelas y franquicias que dominaron las salas de cine y lograron una taquilla doméstica de más de US$ 3.260 millones desde mayo, según Comscore.
El gran éxito de la temporada fue el live-action de Disney Lilo & Stitch, que acumuló US$ 421 millones en Estados Unidos y superó los US$ 1.000 millones a nivel global, seguido por Mission: Impossible – The Final Reckoning, que recaudó casi US$ 200 millones. Incluso comedias clásicas regresaron, como The Naked Gun (US$ 33 millones) y Freakier Friday (US$ 29 millones), con Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis retomando sus icónicos papeles.


Las cintas de superhéroes también tuvieron su momento, con Fantastic Four de Marvel (US$ 230 millones) y el remake de Superman de DC (US$ 331 millones) renovando el interés por estas sagas.
Sin embargo, las películas originales también dieron la sorpresa. El thriller de terror Weapons lideró el último fin de semana con US$ 42,5 millones, mientras que Sinners, también de terror, alcanzó US$ 270 millones, y el drama automovilístico F1 conquistó el mercado internacional con US$ 385 millones.
No todos los estrenos triunfaron: Ballerina (US$ 58 millones), Karate Kid: Legends (US$ 52,5 millones) y M3GAN 2.0 (US$ 24,1 millones) quedaron por debajo de las expectativas.
Expertos coinciden en que este verano fue una combinación de nostalgia rentable y apuestas originales que demostraron que el público aún quiere nuevas historias, aunque los estudios siguen prefiriendo “jugar a lo seguro” con marcas conocidas.