El juez H. Patrick Haggard sentenció este miércoles a José Ibarra a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de Laken Riley, quien fue atacada mientras corría por el bosque en la Universidad de Georgia.

Ibarra, quien fue declarado culpable de los 10 cargos que enfrentó en el juicio, escuchó la sentencia en silencio, mirando hacia abajo mientras el juez leía el veredicto.

Durante el juicio, la fiscalía optó por no solicitar la pena de muerte, pero pidió que Ibarra fuera condenado a cadena perpetua sin opción a libertad condicional, una petición respaldada por la fiscal Sheila Ross, quien argumentó en nombre de la hermana de Riley, Lauren Phillips.

Ross expresó que la sentencia sin libertad condicional era crucial para el bienestar de Lauren, quien perdería para siempre la posibilidad de que su hermana regresara, y tendría que enfrentar la vida sola, con padres ancianos, sin tía, y sin la incertidumbre de que Ibarra pudiera ser liberado en el futuro.

El asesinato de Laken Riley, ocurrido en febrero de este año, desató un intenso debate nacional sobre temas de inmigración y seguridad, dado que Ibarra, un inmigrante indocumentado de Venezuela, fue arrestado por el crimen.

Finalmente, su estatus migratorio fue utilizado por varios líderes republicanos para reforzar sus llamados a una mayor seguridad en las fronteras, aunque no se ha encontrado evidencia significativa que vincule la inmigración con el crimen.