Casi 30 años después de ser condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres, Lyle y Erik Menéndez comparecerán este lunes ante un tribunal en un nuevo intento por obtener la libertad condicional.

Los hermanos Menéndez, actualmente encarcelados en California, pueden asistir de manera virtual o en persona, según lo determine el juez Michael Jesic. Durante la audiencia, que se celebrará en el Tribunal Superior de Los Ángeles, se ha impuesto un estricto control en la sala: no se permitirán cámaras y todos los teléfonos móviles deberán ser colocados en bolsas selladas. Además, solo 16 asientos estarán disponibles para el público a través de un sorteo previo.

Lyle y Erik Menéndez fueron condenados en 1996 por el asesinato de sus padres, José y Mary Louise Menéndez, ocurrido en 1989. A pesar de que nunca han disputado el hecho de que mataron a sus padres, los hermanos argumentaron que lo hicieron en defensa propia, tras haber sufrido años de abuso sexual, emocional y físico.

Los fiscales, sin embargo, sostuvieron que los asesinatos fueron premeditados y motivados por la intención de obtener la herencia millonaria de sus padres.

El impulso para reconsiderar su condena comenzó en 2023, cuando una docuserie de Peacock presentó nuevas declaraciones de una presunta víctima que acusó a José Menéndez de abuso sexual. Además, los abogados de los hermanos presentaron una solicitud de hábeas corpus, argumentando que se deben considerar las nuevas pruebas, incluida una carta escrita por Erik Menéndez que documentaba el abuso previo a los asesinatos.

Finalmente, el destino de Lyle y Erik Menéndez podría cambiar si el juez acepta la moción para revisar su sentencia, lo que abriría la puerta a su posible liberación.