Un talentoso ingeniero chino ha creado una bicicleta autónoma, capaz de mantener el equilibrio y moverse por sí sola sin necesidad de un humano que la monte, potenciando con su invención un transporte alternativo al automóvil que cada vez se consolida más como una respuesta al cambio climático y la congestión en las grandes ciudades.
La bicicleta es hasta ahora un prototipo, un “proyecto de investigación” en el que se han usado motores y pesas magnéticas montados debajo de su asiento, una batería sujeta al tubo superior y un sistema “servoalimentado” que se usa para girar la rueda delantera.
Lo que es más impresionante es que las capacidades mejoradas de la bicicleta provienen de un solo ingeniero de hardware llamado Zhi Hui Jun, que realizó el proyecto en su tiempo libre.
La acción de autoequilibrio se logra a través de una rueda de metal pesado montada perpendicularmente que puede cambiar rápidamente la dirección de su giro para crear un momento angular que contrarresta la tendencia de la bicicleta a sucumbir inmediatamente a las fuerzas de la gravedad y caer. Está controlado por sensores de acelerómetro y giroscopio que pueden detectar los movimientos más sutiles de la bicicleta y, como resultado, cuando se autoequilibra, la bicicleta parece ser sólida como una roca, ya que los pequeños ajustes constantes que se realizan son casi imperceptibles.
El mecanismo debería funcionar sin importar si hay un ciclista en el asiento o no, pero si bien puede mantener la bicicleta en posición vertical incluso cuando está completamente parada, con alguien a bordo, lo que agrega mucho peso superior, puede requerir algo de impulso hacia adelante para ayudar a realizar sus trucos de equilibrio.
Como parte de la actualización, Zhi Hui Jun también agregó una cámara de detección de profundidad RGB y un sensor LIDAR que le permite no solo conducir solo, sino también evitar obstáculos y navegar el tráfico de manera inteligente.