El presidente, Nayib Bukele, provocó un nuevo debate sobre la minería metálica en el país al calificar de “absurdo” que esté prohibida, argumentando que la explotación de las reservas de oro podría generar un “desarrollo económico y social sin precedentes”.

En un mensaje publicado en X (antes Twitter) el 27 de noviembre de 2024, Bukele afirmó que El Salvador es el único país en el mundo con una prohibición total sobre la minería metálica y que, según estudios preliminares, el país tiene “los depósitos de oro con mayor densidad por kilómetro cuadrado”.

“En solo el 4 % del área potencial se han identificado 50 millones de onzas de oro, valoradas en 131,565 millones de dólares, lo que equivale al 380 % del PIB de El Salvador”, señaló el mandatario, sugiriendo que esta riqueza “dada por Dios” podría ser aprovechada de manera responsable para mejorar las condiciones de vida de los salvadoreños.

Sin embargo, la propuesta de Bukele ha generado controversia, especialmente entre los grupos ecologistas que defienden la Ley de Prohibición de la Minería Metálica, aprobada en 2017. Esta ley fue implementada por el Congreso salvadoreño para evitar los impactos ambientales negativos de la minería, que incluyen la contaminación del agua y la destrucción de ecosistemas.

Los defensores del medioambiente han denunciado que el gobierno de Bukele ha impulsado medidas que proponen una reversión de la prohibición, señalando que la presencia de empresas mineras en el país y la asignación de un presupuesto para “revisar y actualizar la ley”.

Además, organizaciones como la Asociación de Desarrollo Económico Social Santa Marta (ADES) y comunidades del departamento de Cabañas han alertado sobre una posible persecución judicial contra líderes ambientalistas que se oponen a la minería metálica.

En octubre de 2024, cinco de sus dirigentes fueron denunciados por presunto “activismo criminal”, acusación que las organizaciones defienden como una represalia por su lucha en defensa del medioambiente.

Por otro lado, la Ley de Prohibición de la Minería Metálica sigue siendo un pilar central en la defensa de los recursos naturales de El Salvador, aunque su futuro depende de las decisiones que tome el gobierno en los próximos meses, mientras las tensiones entre desarrollo económico y protección ambiental continúan siendo un desafío en la política del país.