Amado de Jesús Alvarado es originario de la playa Conchalio en el departamento de La Libertad, quien actualmente es cuatro veces campeón nacional de surf, de manera consecutiva en la categoría longboard y defensor del campeonato centroamericano de la misma modalidad. Pero detrás de toda esta historia de éxito y logros se encuentra una historia rodeada de superación. Amado empezó a surfear a los 8 años y esto lo combinaba con la venta de artesanías desde los 7 años, las cuales comercializaba en las playas aledañas.
Amado dentro de sus anectodas relata como obtuvo su primera tabla, todo gracias a un surfista brasileño que regalaría su tabla y el fue el afortunado de tenerla. Tabla que seria su primera compañera que lo llevaría a convertirse al mejor en Centroamérica y que gracias a la mayoría de sus logros ha tenido la oportunidad de tener un mejor empleo, ayudar a su madre y dejar la venta de artesanías, para de esta manera poder dedicarle mayor tiempo a su pasion, el surf.
“Andaba en competencias de sur, yo les veía y decía: quiero competir, quiero surfear en competencias y gracias a Dios se me dio la oportunidad de conocer amigos por ejemplo Mario Amaya, quien es un gran amigo que me motivo a competir y a través del tiempo he ganado torneos grandes he ganado centroamericanos, he ganado medallas en juegos bolivarianos de playa y doy gracias a Dios que me da de estar obteniendo logros”
Amado también es parte de los miembros de la cruz, con quienes ha realizado 6 “pasos del hombre” de quienes es parte desde los 14 años y fue ahí donde se genero contacto de amistad con miembros de la federación y periodistas que le motivaron a competir “Yo siempre andaba vendiendo collares y ellos siempre me decían que por que no competía y se llego el momento donde me dedique a competir pero siempre me quedaba en las primeras rondas.
La primera convocatoria de Amado a la selección salvadoreña se da en el año 2013 para los juegos bolivarianos realizados en Perú y respondió de la mejor manera, ganando una medalla de bronce. “Siempre vendí artesanías en la playa y hoy le doy gracias a Dios que ya tengo mi propio trabajo y tengo mas tiempo para poder surfear”
También existió una etapa de rebeldía por parte de amado, ya que su abuela fue pieza clave para incentivar su pasión por el deporte, en cambio su madre era muy estricta y temerosa hacia el agua. “ Yo me iba a surfear al Tunco y si me iba bien nos daba una hora completa para practicar y si nos iba mal nada mas nos daba una hora y nos castigaba”
Sin duda alguna Amado es una muestra clara en como la superación se obtiene a causa de trabajo, esfuerzo y consistencia en lo que se desea hacer. De aquel niño de 7 años que vendía collares a turistas en la playa El Tunco a convertirse en el mejor surfista a nivel centroamericano, que actualmente sueña con disputar el próximo mundial y retener su campeonato centroamericano, esto lo hace con una nueva motivación con la cual viaja a la nueva competición. “Tengo un bebe recién nacido y es el principal motivo por el cual voy al evento centroamericano y si Dios me lo permite, voy a traerme una medalla”
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Federación Salvadoreña de Surf