Enojo y rechazo se propagan en Estados Unidos tras la difusión de imágenes pornográficas falsas de la cantante Taylor Swift en la red social X. Generadas por inteligencia artificial, las controvertidas imágenes se volvieron virales, llegando a ser vistas 47 millones de veces antes de su eliminación en Twitter, después de permanecer aproximadamente 17 horas en la plataforma.

Las “deepfakes”, imágenes falsas pero increíblemente realistas, han generado preocupaciones entre activistas y autoridades sobre la proliferación incontrolable de contenido tóxico. Aunque este fenómeno no es nuevo, el ataque a Swift, la segunda artista más escuchada en Spotify, podría intensificar la atención sobre este problema.

La influencer Danisha Carter expresó su consternación y sugirió que este incidente podría motivar a Taylor Swift a abogar por legislación contra este tipo de contenido. La red social X, conocida por sus políticas más flexibles en cuanto a desnudez, ha enfrentado críticas, aunque asegura tener una política de tolerancia cero hacia imágenes no consensuales.

La plataforma, propiedad de Elon Musk, afirmó estar eliminando activamente las imágenes y tomando medidas contra las cuentas responsables. La congresista demócrata Yvette Clarke y el legislador republicano Tom Keane destacaron la necesidad de establecer salvaguardias ante el avance de la inteligencia artificial, que ha facilitado la creación de “deepfakes”. Según investigaciones, se subieron 113,000 videos “deepfake” a sitios web pornográficos en los primeros nueve meses de 2023.