El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha anunciado la declaración de emergencia demográfica nacional en respuesta a la disminución de la población del país y a la históricamente baja tasa de natalidad. Durante una reunión del comité presidencial sobre el envejecimiento de la población, Yoon enfatizó la urgencia de implementar un sistema de respuesta integral que aborde estos problemas de manera efectiva.

Las medidas propuestas incluyen aumentos significativos en los subsidios parentales, extensiones en los permisos de paternidad y la introducción de horarios laborales flexibles. Asimismo, se planea mejorar el cuidado infantil y expandir los programas extraescolares para reducir la carga educativa de las familias. Los hogares con recién nacidos recibirán prioridad en la asignación de viviendas y se ofrecerán préstamos con intereses reducidos para facilitar la compra de viviendas.

Para garantizar la efectividad de dichas herramientas, Yoon ha propuesto la creación de un nuevo ministerio dedicado a la “planificación de respuesta a la baja natalidad”, solicitando el apoyo activo de la Asamblea Nacional para su establecimiento.

Corea del Sur enfrenta actualmente una crisis demográfica con una tasa de fertilidad que podría caer a 0,68 hijos por mujer en 2024. Según las autoridades, factores como los altos costos de vivienda, educación y largas jornadas laborales han “desalentado” a los jóvenes de formar familias, a pesar de los esfuerzos previos del gobierno por implementar incentivos.