Las autoridades de Texas informaron que la búsqueda de más de un centenar de desaparecidos tras las recientes inundaciones podría extenderse por varios meses. Hasta este martes, se ha confirmado la muerte de al menos 133 personas.

Las tareas de rescate en la región de Hill Country, conocida por su terreno montañoso, se reanudaron este martes luego de ser suspendidas temporalmente el día anterior a causa de las lluvias.

En el condado de Kerr, el más afectado por el desastre natural, la cifra de fallecidos subió a 107, entre ellos 36 menores de edad, según datos proporcionados por autoridades locales.

Decenas de voluntarios, junto con equipos de emergencia, siguen trabajando arduamente en la zona, removiendo escombros y recorriendo grandes extensiones de terreno en busca de sobrevivientes o víctimas.

Durante una conferencia de prensa ofrecida el lunes por la tarde, el gobernador Greg Abbott señaló que 97 de los desaparecidos pertenecen al condado de Kerr. Según explicó, se trata de personas que no están registradas en albergues ni en hoteles, y cuya desaparición fue reportada por familiares o amigos.

“No sabemos con certeza si fueron arrastrados por la corriente durante la tormenta”, indicó Abbott.

Las inundaciones ocurrieron entre la noche del 3 y el 4 de julio, coincidiendo con el Día de la Independencia en Estados Unidos. Durante ese fin de semana festivo, cientos de turistas se desplazaron a Hill Country, un destino popular por su cercanía al río Guadalupe, el cual terminó desbordándose y provocando esta tragedia.