Desde la madrugada del sábado 21 de junio, por orden del presidente Nayib Bukele, las fuerzas de seguridad instalaron un cerco en la zona de San Bartolo, Ilopango. La medida responde a informes de inteligencia policial y denuncias ciudadanas que indican que algunos pandilleros intentan regresar y reorganizarse en el sector.

Según informó el mandatario, en la operación participan 500 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) y 1,500 soldados, quienes permanecerán de forma indefinida en el lugar.

El despliegue incluye controles vehiculares en las entradas principales, registros a personas y revisiones dentro del transporte público. También se han movilizado vehículos blindados SandCat, diseñados para operaciones de alto riesgo.

“Vamos a extraer hasta al último terrorista que esté escondido en esa zona. No les permitiremos reorganizarse”, publicó el presidente en su cuenta oficial en la red social X.

Los agentes están verificando la identidad de las personas mediante el Documento único de Identidad (DUI), con el objetivo de detectar órdenes de captura o antecedentes penales. Además, la policía realiza inspecciones casa por casa para identificar a los residentes y comprobar si hay viviendas usurpadas.

El ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, afirmó que junto al ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, supervisan el desarrollo del cerco. “Nuestro objetivo es claro: localizar y capturar a los remanentes de pandillas que aún intentan sembrar temor”, declaró.