En la sesión plenaria número 34, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó el Presupuesto General del Estado 2025, que asciende a $9,663 millones. Este presupuesto se destaca por ser el primero en la historia del país completamente financiado, es decir, que no requerirá endeudamiento para su ejecución. Sin embargo, su aprobación llega tras semanas de debate, críticas y protestas por parte de algunos sectores sociales.

Uno de los puntos resaltados en la discusión fue el recorte significativo en el presupuesto de la Asamblea Legislativa, que registrará una reducción de $11.3 millones en comparación con 2021. También se informó que el gasto en salarios disminuirá en $18.6 millones, y se eliminarán 1,025 plazas, medidas justificadas como parte de los esfuerzos por optimizar recursos.

Las autoridades legislativas han señalado que estas reducciones reflejan un compromiso con la austeridad y la eficiencia administrativa.

El presupuesto 2025 según comunicó Ernesto Castro, presidente de la Asamblea Legislativa, prioriza programas sociales y garantizará el financiamiento de los escalafones de Salud y Educación, aspectos considerados fundamentales para los sectores beneficiados. No obstante, durante las semanas previas a la aprobación, trabajadores de la salud y la educación se manifestaron debido a la falta de claridad inicial sobre el cumplimiento de este derecho.

El financiamiento de los escalafones fue finalmente confirmado, pero las protestas dejaron en evidencia la preocupación por la estabilidad de las políticas públicas en estos sectores. 

El gobierno ha celebrado el hecho de que el presupuesto no requiera endeudamiento, calificándolo como un paso histórico hacia la sostenibilidad fiscal.